Nerve: un juego sin reglas

Crítica de Gregorio Catalan Berce - Subjetiva

¿OBSERVADOR O JUGADOR?

Ser observador permite, por unos cuantos dólares, mirar a los jugadores y proponerles retos. Ser jugador implica cumplir los retos impuestos por anónimos para ganar dinero fácil y escalar en popularidad: el primero, el más atrevido, se lleva todo. Un reality transmitido a través de celulares donde los espectadores deciden cómo evoluciona.

Vee Delmonico (Emma Roberts) es una adolescente tímida en el último año del secundario, con todo lo que conlleva. Sus amigas la presionan para participar en Nerve y cumplir al menos un reto, para demostrarse a sí misma que puede tomar algún riesgo. La chica acepta, pero tras cumplir su primera misión la audiencia la invita a emparejarse con Ian (Dave Franco). Y si, las pruebas empiezan a volverse más peligrosas.

Los primeros minutos llevan a pensar que se trata de otra típica teen movie, llena de estereotipos y lugares comunes y predecibles. Sin embargo, el relato avanza y la trama se espesa y se vuelve más y más oscura. Para colmo, la premisa es realista, un juego como Nerve es posible en un futuro cercano. Y eso asusta. Los nativos digitales, ciudadanos de Internet, son los que probablemente estén más cerca de sufrir un nudo en la garganta porque intuyen que hay un submundo virtual donde las posibilidades son infinitas.

Nerve sabe reflejar lo siniestra que puede ser una sociedad escondida bajo el anonimato que puede dar un medio como la web. El relato es muy dinámico y por momentos se vuelve muy tenso a medida que muestra su lado más oscuro. Decae un poco hacia el final, cuando repite fórmulas viejas y supuestamente probadas, aunque hay que decir que va contestando los interrogantes sin didactismos, con justificando la información que que se dosifica en toda la extensión de la historia, con una puesta que hace un buen uso de las subjetivas para desde las pantallas de los dispositivos para ver la interacción y de las cámaras para ver la filmación, como si la aplicación estuviera a disposición del espectador.

Si bien los protagonistas responden al principio a estereotipos, los minutos hacen que ganen profundidad, sobre todo Vee a cargo de Roberts que se destaca, dándole a su personaje una carnadura que incluye contradicciones, timidez y la energía de una adolescente en una situación límite, mientras que Franco hace lo suyo, limitado por un guión que lo relega.

Por último, hay que agradecer que el relato crezca sin satirizar a sus participantes ni a sus interacciones con la tecnología. En un mundo donde las personas se someten cada vez más a la exposición, los juegos perversos pueden aceptarse con tal de ganar algo de popularidad. Muchos usuarios de YouTube y las millones de visitas que recibe son la prueba más contundente.

NERVE: UN JUEGO SIN REGLAS
Nerve. Estados Unidos. 2016.
Dirección: Henry Joost y Ariel Schulman. Guión: Jeanne Ryan y Jessica Sharzer. Intérpretes: Emma Roberts, Dave Franco, Emily Meade, Juliette Lewis, Marc John Jefferies, Miles Heizer y Machine Gun Kelly. Fotografía: Michael Simmonds. Música: Rob Simonsen. Duración: 96 minutos.