Nerve: un juego sin reglas

Crítica de Cecilia Tedesco - Revista Meta

Al parecer los realizadores del film basado en la novela de Jeanne Ryan se han confundido un poco porque como se trata de un juego que supuestamente no tiene reglas para jugarlo pensaron que podían hacer cualquier cosa a la hora de filmar la película, sin tomar en cuenta que al menos debían haber tratado de respetar lo más importante del libro: la historia que se está contando y los personajes que forman parte de la misma. Pero en lugar de hacer eso, tomaron el título de la novela, la idea del juego, los nombres de los protagonistas principales, algunos detalles y situaciones aisladas, para colocarlos en una licuadora, dando como resultado un cocktail de acción, efectos especiales, algo de suspenso y un toque de romance, que no se parece en absoluto al producto original literario, ya que difiere en el comienzo y en el desenlace del relato, en muchos puntos claves del conflicto, en las historias personales de los personajes que en la película apenas son esbozos de aquellos creados por Ryan, y por consiguiente pierde la tensión extrema y la adrenalina que experimenta el lector, al igual que el misterio ya desde su inicio, concluyendo en un final ridículo y a la vez más rosa que el de cualquier cuento de hadas, resultando por ende inverosímil.

Uno de los pocos puntos en común entre libro y película es que “Nerve” es un juego on line que se transmite en vivo a todo el país en el cual hay “Jugadores” y “Seguidores / Observadores”, en que los participantes de “Nerve” deben cumplir ciertos retos para poder llegar al final del juego, y en que los retos deben grabarse en video para ser válidos; aclaro que el film agrega una tercera categoría inexistente en el libro llamada “Prisioneros”.

Además de los dos protagonistas principales Vee e Ian, quienes quedan inmersos en el juego y deberán cumplir juntos varios retos a lo largo del libro y de la película, aparecen otros personajes: Sydney, Tommy, Liv, y Ty, algunos de los cuales están realmente desastrosos en el film, mientras que otros se han quitado por completo; se nota que quien hizo el casting no tuvo en cuenta la descripción de ellos en la novela.

En cuanto a la ciudad donde se desarrolla la historia, en el film cambiaron Seattle por New York. Los retos son diferentes en su mayoría aunque algunos poseen algún detalle de similitud con el libro, pero esto junto con la locación serían problemas menores frente a otras fallas más graves que presenta esta adaptación cinematográfica, ya que la misma se queda en el nivel elemental del relato, y no tiene el vuelo ni el clima de la obra literaria.
Por todo esto, creo que la película no solo resulta innecesaria sino que probablemente decepcionará a quienes hayan leído el libro. Con mucho esfuerzo por mi parte solo puedo rescatar que a pesar de todo resulta entretenida ya que posee un ritmo ágil y no llega a aburrir al espectador porque dura solamente 96 minutos, e incluye algunos temas conocidos como “You Got it” de Roy Orbison dentro de su banda sonora.