Un jefe en pañales 2: Negocios de familia

Crítica de Belén Moras - Es la cuarta pared

En “Un jefe en pañeles 2” Tim, ahora adulto, es un amo de casa, conserva su imaginación intacta y es su pareja quien se ocupa de los ingresos familiares. Su relación con sus hijas es su mayor tesoro, y su principal rival es su hermano Ted, un CEO exitosísimo al cual sus hijas admiran.

A pesar de sus voluntades, una misión vuelve a reunirlos cuando toman una fórmula mágica que los transforma en bebés durante 48 horas. Juntos, deberán evitar que un villano termine con la vida adulta. En la misión asignada, Tim intentará acercarse a su hija mayor lo más posible, poniendo por momentos en peligro el plan.

“Un jefe en pañales 2: negocios en familia” viene a romper con cánones de familias tipo. Si bien la diversidad y los roles de la ma-paternidad están cada vez más a la vista, que un grande como Dreamworks decida mostrarlo ayuda mucho a la causa.

Tom McGrath, también director de Madagascar y Megamente, nos invita a recorrer un desopilante universo donde los bebés están al mando y Baby Corp mantiene el mundo bajo control. El humor es moneda corriente y no puede faltar la presencia de un Pony con un carácter muy especial que da un toque agridulce a la historia.

En esta segunda edición, comprendemos la importancia de las segundas oportunidades y una vez más, recordar que en época de tanta tecnología, la mejor manera de recordar los momentos especiales es a través de nuestras retinas y memoria, sin necesidad de ver a través de una pantalla.