Un hombre perfecto

Crítica de Regina Fallangi - Cine & Medios

Un escritor mentiroso.

Mathieu (Pierre Niney) tiene 26 años y trabaja en una empresa de mudanzas, pero su anhelo es ser escritor. Una y otra vez recibe cartas de rechazo de las editoriales en respuesta a sus manuscritos, pero lejos de darse por vencido se empecina cada vez más.
Un día en su trabajo, desmantelando una antigua casa, encuentra un manuscrito que pertenecía a un veterano de la guerra de Argelia, y decide conservarlo.
Los relatos son impresionantes, y Mathieu al transcribirlos no tarda en convertirlos en un libro narrado en primera persona, con una prosa simple y directa, creando un libro que se llamará "Arena negra" y esta vez los editores no solo lo aceptarán felices, sino que rápidamente el plagiador conoce la fama, el dinero y los premios.
Para que la mentira no lo agarre desprevenido el joven escritor hace una profunda investigación sobre Argelia, y construye varias mentiras a su alrededor, sobre su inspiración, su pasado y de donde viene un estilo literario que ni siquiera es suyo.
Mathieu tiene una vida extraordinaria, pero también vive con el miedo y la ansiedad de mantener tantos engaños que se convierten en una casa de naipes que parece que pronto se vendrá abajo.
Yann Gozlan dirige un filme muy prolijo y correcto, donde la tensión aumenta a cada minuto, mientras el protagonista siempre da un paso más allá, dispuesto a todo por mantener sus logros; porque no es su conciencia lo que lo perturba, sino todo aquello que amenace con desarmar su exitosa vida, así cada nueva amenaza es un desafío, donde el suspenso crece.
La temática de la película no es demasiado original, ya hemos visto varios filmes de escritores que comenten plagio, pero hay dos factores que hacen que esta historia tenga algo diferente. Primero se trata de un filme frances, lento, donde el suspenso esta realmente bien llevado, lejos de filmes estadounidenses de fórmula donde solo se busca el impacto; y el segundo factor es su protagonista, Pierre Niney, quien carga todo el peso de la historia sobre sus hombros y lo hace de maravillas, creando un personaje hermético y misterioso que sobre el final encuentra la redención de una forma muy paradójica.