Un golpe con estilo

Crítica de Jessica Blady - Malditos Nerds - Vorterix

VIEJITOS SON LOS TRAPOS

Tres ancianos se juntan para robar un banco y nadie los puede culpar.
Nuestro querido Zach Braff (¿?) decidió ponerse una vez más tras las cámaras para reversionar este clásico de finales de la década del setenta dirigido por Martin Brest y protagonizado por tres glorias como George Burns, Art Carney y Lee Strasberg. El nuevo milenio trae grandes luminarias y algún que otro palito para la economía yanqui que descuida a sus mayores y a la clase trabajadora.

Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin son el alma de esta comedia criminal que se toma con bastante liviandad la intervención (y la culpabilidad) de los bancos durante la crisis financiera y todo lo que se desprende de ella. En el otro extremo de “La Gran Apuesta” (The Big Short, 2015) encontramos a “Un Golpe con Estilo” (Going in Style, 2017), la historia de estos tres “jubilados” que tomarán medidas extremas para poder pagar sus cuestas y llevar una vida más digna.

Joe (Caine) tiene treinta días para cancelar los pagos atrasados de la hipoteca y así no perder el hogar que comparte con su hija y su nieta. Sus vecinos, amigos y compañeros Willie (Freeman) y Albert (Arkin) comparten una casita y viven sus días gracias al seguro social y a la pensión conseguida tras 40 años de trabajo. Pero la empresa que los acogió durante tanto tiempo está atravesando “cambios” y decide congelar los pagos de la renta. Así, como muchos otros trabajadores, el trío pierde gran parte de sus ingresos, sin la posibilidad de mejoras a futuro.

¿La solución? Tras presenciar un robo, Joe se empecina en que deben asaltar su banco, llevarse sólo lo necesario y acabar sus días con un poco más de dignidad. Claro que la idea es absurda ya que ninguno tiene experiencia ni capacidad delictiva, pero tras oponer un poco de resistencia, y algunas pruebas de ensayo y error, consiguen la ayuda de un ladrón experimentado que los encamina y los prepara para realizar este gran golpe maestro.

La película, básicamente, se enmarca en el género de “atracos”. Todo gira en torno a las justificaciones, los pros y los contras, la planificación y conseguir las coartadas necesarias. El detalle, acá, es que no hablamos de los típicos “héroes de acción” entrados en años como los Stallone, los Willis o Schwarzenegger, sino de verdaderos octogenarios llenos de achaques y manías.

“Un Golpe con Estilo” es una historia 100% pasatista que brilla un poco gracias al trío protagonista, especialmente a Caine que, a esta altura, puede lograr que cualquier cosa se vea increíble (bueh, menos “Tiburón 4). Braff sabe dejar todo en buenas manos, aunque su dirección no se destaque particularmente, y si no fuera por estos tres monstruos de la actuación, más la incorporación de Ann-Margret y Joey King, la película sería una más del montón, aunque no está tan lejos de ello.

“Un Golpe con Estilo” se deja ver y se disfruta, no va a quedar en los anales, pero logra arrancarnos un par de sonrisas y, obviamente, ponernos del lado de estos viejitos piolas que buscan un poco de “justicia” para la tercera edad (o adultos mayores). Braff y el guionista Theodore Melfi desaprovechan la oportunidad de analizar (y criticar) un poco más las penurias socioeconómicas de estos personajes y el resto de la clase trabajadora norteamericana, acá enmascaradas bajo unos cuantos chistes, acertados sí, pero demasiados superfluos para causar un impacto mayor. Igual, logran ofrecernos una narración entretenida, inverosímil claro está, pero a todos nos gustaría llegar a esa edad y soñar con robar un banco y, tal vez, sólo tal vez, salirnos con la nuestra.