Un gallo con muchos huevos

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Terceras partes también son buenas

Tras el éxito internacional de "Una película de huevos" y su continuación, "Otra película de huevos y un pollo", la empresa mexicana Huevocartoon Producciones ataca de nuevo, y ahora que el pollo está creciendo nos vende "Un gallo con muchos huevos". Toto alcanzó la adolescencia y pronto empezará a despertar a todos con su canto. Lástima que se encuentra justo en la peor etapa del cambio de voz. No importa: cosas peores ha de enfrentar en las próximas dos semanas. Por ejemplo, una pelea con el peso pesado Bankivoide (criado a esteroides) para salvar la granja.

¿Otra vez hay que salvar la granja? Sí, señor. Y otra vez aparecen Willy, Bibi, Confi, Tocino y varios personajes más, de los dibujos anteriores. Algunos, apenas como cameo, entre ellos los Huevos Rancheros y la Hueva Lancha. Buscando problemas aparecen el citado Bankivoide, una "poule-fatal", cantante del Salón de Gallos, y El Padrino, el huevo de buitre que regentea El Palenque, donde se juegan las grandes apuestas por peleas semiclandestinas de gallos (y patos). Y para contribuir a la solución de los problemas, aparece Patin Patan, un huevo medio loco y acelerado, que merecería estar doblado por Fabio Posca.

Pero el doblaje es enteramente mexicano, con Bruno Bichir a la cabeza. Y también casi todo el trabajo técnico impulsado por los creadores de esta singularísima granja avícola, los hermanos Gabriel (guión y dirección) y Rodolfo (acá sólo producción) Riva Palacio Alatriste. En verdad, lo triste es que ya no vemos la enorme participación argentina del primer largo, y en los créditos apenas figuran unos pocos connacionales, como los animadores Pablo Lorenzo, Paola Ricci y Mauro Serei. Se dice que ahora hay asesores de DreamWorks. La verdad, si era por asesorarse en el paso al 3D, acá hay gente más que capacitada para explicarles cómo es el trámite, y hasta les hubiera salido mejor. Pero si era por asegurarse la penetración en el mercado angloparlante de EE.UU., bueno, la hicieron bien. La película no irá al Oscar, pero está haciendo buenas cifras en aquel mercado.

Fuera de eso, se trata de una buena tercera parte, ágil, bien hecha, naturalmente previsible, lo que no es molestia, con una merecida autorreferencia (en un negocio están viendo "Una película de huevos" por televisión), algunas alusiones a "Rocky", "El karate kid", etc., y, eso sí, varios chistes de doble sentido a propósito de huevos. Algunos padres pueden sentirse molestos por eso, de modo que cumplimos en avisarles.