Un feriado particular

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

Recién a los 58 años el guionista, director y actor Gianni Di Gregorio arriba finalmente a su ópera prima, a través de esta breve pero verdadera joya llamada Un feriado particular. El título original, Pranzo di Ferragosto, se refiere a una festividad itálica que se realiza en el mes de agosto, y gira alrededor de Gianni, un romano desocupado casi sesentón acuciado por deudas, que vive con su madre viuda. El persecutorio administrador lo sorprende con la propuesta de cobijar a su madre en su casa durante los días festivos, a cambio de reducir sus deudas. Pero esta señora vendrá acompañada por una tía, a la que se suma la madre de su médico de cabecera, que le pide también que la cuide durante esas fechas. El hombre ve de pronto invadida su casa y deberá doblegar su esfuerzo ante cuatro mujeres de avanzada edad que precisan atención. Con toques inimitables que sólo pertenecen a la mejor comedia italiana, y un certero costumbrismo, Di Gregorio diseña una obra entrañable que quizás demandaba algunos apuntes extra sobre los personajes, dando una sensación de film en proceso que a la vez, dentro de sus códigos, es redondo. Pleno de matices resulta asimismo su propio trabajo como protagonista, mientras los espléndidos toques musicales de Ratchev & Carratello enmarcan esta pequeña pero deliciosa pieza cinematográfica.