Un día lluvioso en Nueva York

Crítica de Federico Perez Vecchio - MiráEstaPeliYa

Un melancólico y lluvioso Allen en La Gran Manzana

Rodada hace poco más de dos años, la última película de Woddy Allen finalmente se estrenará luego de las polémicas y en este caso nos trae una elegante y sofisticada comedia protagonizada por un estudiante universitario que hace las veces de alter ego del director neoyorkino, encarnado por Timothée Chalamet.

El cineasta nos lleva de la mano de una pareja de jóvenes amantes que vivirán situaciones simples pero extremadamente intensas a raíz de una cadena de hechos y enruedos fortuitos. Todo comienza cuando Gatsby (Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) dejan el campus universitario para pasar un romántico fin de semana en Nueva York, luego de que ella realice una entrevista a un reconocido director de cine (Liev Schreiber). Pero la suma de encuentros y desencuentros harán sus planes muy diferentes.

Apoyada en la nostalgia, Un día lluvioso en Nueva York dibuja un autoretrato de un joven que parece pertenecer a otra época. Se viste distinto, disfruta de la cultura y las costumbres de alguien del pasado y no parece tener un destino claro en su vida. La interpretación de Chalamet, realmente muy buena, parece carecer de la chispa cómica que solía tener el propio Woody Allen al hacer personajes de estas características, pero no se puede negar su talento dramático. Fanning, por su parte, sale airosa con frescura en un trabajo muy entretenido entre la ingenuidad y la necedad. El resto del reparto acompaña a nuestros protagonistas con calidad, y cada uno tiene sus momentos para sobresalir.
El guión, un aspecto que el veterano director domina casi como nadie, apuesta más por los intelectuales y divertidos diálogos que por la verosimilitud de las situaciones. Crisis existenciales, críticas al status quo, política, religión, aprecio por las artes y evocación a otras épocas que "fueron mejores", son algunos temas que mantiene de su obra en general. Por el lado de los aspectos técnicos, la increíble fotografía de Vittorio Storaro realza la belleza de Nueva York, aportándole magia al relato junto con la banda sonora.

En definitiva, una película que tiene divertida y entrañable que compone un capítulo más dentro de los cantos de amor que el director de "Annie Hall" y "Manhattan" le ha hecho a su ciudad.

Puntaje: 7/10

Por Federico Perez Vecchio