Un cuento chino

Crítica de Nicolás Kusmin - Leedor.com

De Menor a Mayor.

En su segunda película dirigida y escrita, Sebastián Borensztein –uno de los hijos del querido y recordado Tato Bores- ha logrado depurar todo aquello que en su buen debut con “La Suerte está Echada” parecía sobrar. En aquella oportunidad, ya se demostraba su férrea dirección de actores pero pecaba de querer ¡poner todo! Había demasiadas aristas en la historia, incluida una donde un hombre mayor, muy parecido a Tato, recitaba dudosos parlamentos en el final de sus días.

Seis años después llega “Un Cuento Chino” que está basada en una historia real. Una de esas noticias locas y poco creíbles que siempre aparecen en los diarios más sensacionalistas: una vaca que cae del cielo –desde un avión- provocando una tragedia. Esa historia es una más de las que Roberto recorta y guarda en una de sus carpetas; un hombre ordinario, sencillo, del montón, lleno de rutinas que el humor de la película explota y les saca jugo. Pero todo su mundo se da vuelta cuando se ve involucrado en el destino de un muchacho de origen chino que es lanzado desde un taxi, para peor no habla ni una palabra de español.

El film de menor a mayor va logrando desarrollarse, apoyado en sus actuaciones (especial mención a Ignacio Huang) consiguiendo de una pequeña anécdota construir un mundo en clave de comedia agridulce sobre las miserias humanas y las diferencias entre las etnias de este bendito planeta.

Quizás cierto ribete político-histórico que la cinta adquiere hacia el final con la Guerra de las Malvinas como fondo, pueda quedar un poco descolgado de la trama. Por suerte un resbalón no es caída…

¿Qué decir de Ricardo Darín? como los grandes actores es tan versátil que puede hacer tanto una interpretación despojada como en la excelente –y posiblemente mejor película argentina de los últimos años- “El Aura” y una comedia en tono de absurdo como “Un Cuento Chino”. Su registro y sus tempos para la comedia resultan inmejorables.

“Un Cuento Chino” ya está encaminado a ser una de los éxitos de taquilla del año. Por fortuna también es un digno producto de cine nacional apoyado en el absurdo sin buscar la risa fácil y chabacana más cara a la TV vernácula.