Un crimen argentino

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Basada en el libro de Reynaldo Sietecase

Un thriller político bien narrado por donde se lo mire: de eso se trata Un crimen argentino, la película basada en la novela de Reynaldo Sietecase con guion de Sebastián Pivotto, Jorge Bechara y Matías Bertilotti.

La historia refiere a un secuestro ocurrido en la ciudad de Rosario en 1980, una especie de mito urbano recreado en esta producción protagonizada por Matías Mayer junto a Nicolás Francella, dirigida por Lucas Combina.

Basada en la novela del periodista rosarino y del mismo nombre, publicada en 2002, Un crimen argentino conserva elementos del ritmo vertiginoso que son comunes a este tipo de relatos y construye un universo que reparte sus fichas en una buena mano.

El contexto se apoya en un momento político complejo, en plena dictadura, con grupos de tareas actuando en paralelo con poder de policía y dadores de justicia, “trabajando” alternadamente con los funcionarios de la justicia. Los intereses de los poderes, ocultos a la vista de los simples mortales, son moneda corriente en ese entonces como hoy, y de alguna manera van acomodando los tiempos en un equilibrio similar al que el relato acude para estabilizar los tiempos y las formas, y, a la vez, no caer en su desarrollo.

Rodada en Rosario, el clima local parece ser absorbido en la imagen de cada fotograma que constituye en la película, y funciona en el todo que atraviesa el film. El elenco se completa con Malena Sánchez, Rita Cortese, Luis Luque, Alberto Ajaka, César Bordón y Darío Grandinetti.

Un crimen argentino es una excelente opción para este fin de semana, en base a las novedades cinematográficas.