Un camino hacia mí

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Una comedia con varios logros

Nada parece interesarle a Duncan (Liam James) en esa suerte de parque temático que su madre Pam (Toni Collette) y Trent (Steve Carell), el novio eligieron para veranear. Ni los juegos acuáticos, ni los muñecos de barro (símil enano de jardín), herencia de los Padres fundadores, escapan de esa sensación de pasado de moda que los inunda. Es que Duncan entró en la adolescencia y son pocos con los que puede tener cara de pocos amigos, porque no tiene padre y su madre no hace otra cosa que complacerlo. Además está la anfitriona, amiga de su mamá, cuarentona simpática con hijo imposible, que mira al norte y al sur.

Todo parece imposible de aguantar, hasta que aparece el divertido Owen (Sam Rockwell), cuidador que le cae muy bien a Duncan y también a su vecina adolescente. Entonces se produce el cambio.

GAGS DIVERTIDOS
El filme tiene de todo. Gags divertidos, reflexiones sobre los adolescentes y sus problemas, asuntos de pareja y la difícil situación de organizar un veraneo con amigos y parientes ensamblados.

"Un camino hacia mí" tiene personajes extravagantes como el bañero Owen, estupendo Sam Rockwell, la cuarentona bromista (muy bien Allison Janney), el insoportable "novio de mamá", un correcto Steve Carell, al que se suma Lewis (Jim Rash), el quejoso amigo de Owen, que tomó un trabajo de temporada en el balneario cinco años atrás.

"Un camino hacia mí" es una comedia fresca, que con su fluidez, ternura y humanidad atrapa. Como ocurría en la inolvidable "Pequeña Miss Sunshine", en la que también actuaba la impecable Toni Collette, es una inteligente observación de la familia universal y sus hijos adolescentes.