Un bolso lleno de carteras

Crítica de Nicolás Pratto - Funcinema

RECICLANDO VÍNCULOS

Objetos de descarte y objetos que atraen, que erosionan relaciones, cuya acumulación se vuelve insostenible y alejan a las personas hasta de un posible reencuentro. Eso es Un bolso lleno de carteras, pero a su vez es una performance, una película en edición, una protagonista que regresa a su país y reanuda un vínculo con su madre, Noemí.

Celia es una dramaturga que está realizando una obra en base a la basura que ha ido acumulando su madre a lo largo de años. Diógenes bajo el sol es el título de esta performance, un reciclaje artístico que a su vez es un viaje interno. “Organización emocional”, comenta en uno de los pasajes.

Un bolso… ahonda en la vuelta a casa de una hija que ayuda a su madre de deshacerse de tanto pasado innecesario, acumulando revistas, almanaques, papeles, documentos, como cerrando un tercer acto de años anteriores. También es la realización de una obra, la participación de la compañía y la interpretación que le da la misma ante una situación íntima. El film de Leonardo Petralia es una historia integrada de diversas emociones y necesidades, como espectador me siento más atraído hacia los conflictos emocionales que artísticos.

El documento de una mudanza, con todo lo que eso involucra, desvincularse de objetos, transformarlos para habitar nuevos espacios. El director aborda su primera película de manera interesante, como un curioso más ante el relato y la experiencia entre Celia y Noemí.