Un amor imposible

Crítica de Ramiro Ortiz - La Voz del Interior

Diferente, pero no tanto

La actriz principal de esta película, Emily Blunt, tiene razón cuando dice que el director Lasse Hallstrom tiene predilección por las historias que se salen de lo común. Basta recordar algunos títulos de cosecha de este realizador sueco traspasado al cine anglosajón, para comprobarlo. El año del arcoíris, filmada en su país natal en 1985, cuenta de una madre enferma y dos hermanos que se separan para ir a pasar una temporada con parientes, algunos de los cuales no son precisamente "normales". Le valió dos nominaciones al Oscar.¿A quién ama Gilbert Grape?, de 1993, con Leonardo Di Caprio, Darlene Cates y Juliette Lewis, es la de un muchacho está siendo consumido por la responsabilidad de cuidar a su madre obesa y a su hermano especial, cuando el amor le llega al comienzo como un problema más.

Pero en los últimos años el trabajo de este realizador ha tenido algunos altibajos, y Amor imposible está entre ellos. Si bien el título que le dieron en Argentina la hace parecer como una película irremediablemente romántica, la obra original parece plantear otra cosa desde su propio nombre: Pescando salmones en Yemen.

Tal vez influya nuestra propensión latina a poner el amor por encima de todo, pero la moderada valoración de esta película tiene que ver con otras cosas más.

Una bastante importante es la amplitud de los temas que han querido abarcar los guionistas y el realizador. Un adocenado oficinista (McGregor) del departamento de Pesca del Reino Unido es contactado con una diferencia de horas por dos poderosos interlocutores. Uno es un jeque (Waker) que quiere hidratar el desierto e implantar salmones para la pesca en Yemen. La otra es la jefa de prensa (Scott Thomas) del premier británico, quien busca impulsar desesperadamente un proyecto pacifista para recomponer las relaciones con Medio Oriente. En el camino, el empleado del ministerio conocerá a la descorazonada secretaria del yemení (Blunt) y esto avivará la crisis en su matrimonio.

Tenemos entonces: política, pesca, y romance, Gran Bretaña y Yemen, tres componentes que si bien hacen distinta de las demás a la historia, parecen robarse el ángel de los sentimientos que aparecen enunciados en la pantalla.

En general, una película correcta, pero con poca vibración.