Un amor a segunda vista

Crítica de Gastón Dufour - Cinergia

Dos vidas en un instante

La magia de la literatura siempre está presente en el cine y el caso de Un amor a segunda vista (Mon Inconnue) claramente no es la excepción. Tranquilamente me recuerda a historias del estilo, pero no por falta de originalidad, más bien porque cualquier cuento intenso y romántico como el que nos trae aquí, que tiene como parte importante de su estructura a la literatura, a la fantasía y el amor tanto como el destino (sabemos que muchas veces hay poco de destino en ello, pero qué lindo es creerlo, ¿verdad?), construye una idea de la relevancia de la literatura como primer encuentro con la ficción y, tal como ella, dejas huellas profundas en cada uno de los que se embarcan en ese increíble viaje.

Las idas y vueltas de Raphaël, el personaje principal, que lleva la voz cantante y tiene en su mente las maravillosas aventuras de un personaje de ficción sobre el que escribe una saga de novelas (y que le hace una vida perfecta junto a Olivia, su novia de la secundaria, una exquisita pianista), queda al descubierto cuando el ego le juega una mala pasada y genera un cambio en la ficción que repercute de manera seria en la vida real. ¿Es posible modificar ello? Esa es la pregunta del protagonista y la que llevará adelante la historia, mostrándole al público (y a sí mismo) una parte de su esencia, esa que dadas las circunstancias y la infelicidad a las que lo lleva, necesitará modificar.

¿Cuántos somos felices y no lo notamos? ¿Cuántos tenemos cosas que parecen detestables y no nos llenan, pero son suficientes para una vida “buena” y permiten dar un paso más allá? No se trata de un conformismo ideológico ni de la presión en el convencimiento de clase de lo que tenemos es suficiente. Justamente la cuestión es; ¿Por qué siempre estamos disconformes con lo que tenemos? Un costado filosófico en una muy buena comedia romántica. Eso es lo que entrega Hugo Gélin en esta producción de 117 minutos y que protagonizan François Civil, Joséphine Japy y Benjamin Lavernhe, digna de ver y disfrutar entonces, de ese modo, de una magia como la que cada vez es posible encontrar en las páginas de un libro.

Un amor a segunda vista es una historia perfecta de fantasía romántica, que muestra cuán profundo puede llegar el mundo de la imaginación, con un ligero toque filosófico.