Un amigo abominable

Crítica de Matías Lértora - Cines Argentinos

Que linda sensación cuando no esperás nada de una película y no solo te sorprende, sino que también te encanta.
La nueva producción de Dreamworks logró darme mucha ternura, y a muchos niveles.
Desde lo obvio que sería la criatura, a quien bautizan como Everest, hasta el vínculo que posee con Yi.
Ella, la gran protagonista que genera empatía inmediata con el espectador a través de su historia familiar, sueños, deseos y la manera en la cual ve al mundo.
Todo confluye cuando se cruza con esta criatura y emprende un viaje de transformación.
En ese momento el film pasa a ser uno de aventuras y se suman dos espectaculares personajes más. Y si bien hay clichés y obviedades, todo funciona a la perfección.
Desde lo visual (y acompañado por una gran banda sonora) se muestra a China de manera profunda y hasta espiritual.
Punto y a parte a cuando Yi toca el violín. Secuencias hermosas genera el Estudio que logra nivelar a esta producción con su saga animada estrella: Kung Fu Panda.
La directora Jill Culton, quien supo hacer carrera en Pixar, y el director Todd Wilderman, le dan verdadera tridimensionalidad a sus personajes y logran emocionarte hasta las lágrimas.
Por ello, Abominable es un gran film para descubrir, tanto chicos como grandes.