Último viaje a Las Vegas

Crítica de Flor Salto - Loco x el Cine

¿Qué pasó ayer?… Que no me acuerdo.

Kevin Kline, Morgan Freeman, Michael Douglas y Robert DeNiro. Si ninguno de esos nombres le suena, entonces lo invito amablemente a que se retire, porque esta historia no es para usted.

Con la misma premisa que la más famosa comedia (y trilogía) sobre resacas, este film reunió a algunos de los actores más destacados y oscarizados del cine contemporáneo para que se rieran un rato de su vejez. Todo comienza hace 58 años para ‘los cuatro fantásticos’, quienes desde entonces han forjado una amistad de esas que hoy escasean. Cada cual con su personalidad y temperamento, recibe los años como puede. Sin embargo, ninguno de ellos es totalmente feliz con lo que le ha tocado, y es por eso que cuando Billy (Michael Douglas) toma la decisión de contraer matrimonio con una mujer 30 años menor que él, invita a sus viejos y queridos ‘fellas’ a que lo acompañen a su despedida de soltero en Vegas. Y ya saben que todo lo que pasa ahí, se queda ahí. El desafío para este cuarteto de canosos son dos días de supervivencia en la ciudad más luminosa que existe sobre nuestra Tierra.

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Aunque bastante predecible, Último viaje a Las Vegas (Last Vegas, 2013), regala lindos momentos de camaradería entre tipos a quienes los años les han dado la experiencia suficiente como para pasarle el trapo a cualquiera. Personalmente estoy un poco cansada de ver a Robert DeNiro gruñir en cada papel que ha optado desde hace ya un buen tiempo. Quizás el que más simpático se presenta es Kevin Kline, con ese humor a lo ‘Inspector Clouseau’. Como siempre, Morgan Freeman es un gigante absolutamente querible y respetable… Por su parte, Michael Douglas demuestra que todavía tiene muchas ganas de vivir, y lo hace con un estilo inmenso.

Me hubiera gustado ver más referencias al cine que involucró a tremendos actores, pero entiendo la imposibilidad de mi deseo, ya que cada quien interpretó a un personaje ficticio que no tenía por qué parecerse a sí mismo. De todos modos, la película tiene tantito de eso.

En lo que respecta al templo de hoteles y casinos en Nevada, no hay nada nuevo para ver. Hemos sido testigos de cientos de films rodados en esa ciudad; con sus fiestas alocadas y su falta de noción temporal incluido. Los gags están acordes a la edad de los protagonistas, y eso mezclado con todo lo moderno y descontrolado que implica Las Vegas, los hace aún más divertidos.

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Se trata de una película que, más que nada, nuestros padres (y por qué no, abuelos) sabrán disfrutar mejor que nadie. La importancia que ellos le dan al amor de verdad, y a valores como la amistad, el compañerismo, la fidelidad, el respeto… Son cosas que, lamentablemente, han dejado de ser moneda corriente entre la sociedad joven. Así que, si esperabas ver un resacón sin parangón y pérdida temporaria de la memoria, te equivocaste de sala. Bah, lo segundo pasa bastante. Acá abundan los problemas auditivos, los dolores de rodilla y cadera, las cenas a las 4 de la tarde, e infinitos tarros de píldoras PARA TODO.

¡Pero! Mis queridos amigos, no hay que ser joven para saber parrandear con una pandilla de buenos muchachos.