UAHAT: El Padre Rio negado para sus hijos

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Virtudes para todos, beneficios para pocos

UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos (2013) fue una de las películas que en el 28 Festival Internacional de Cine de Mar del Plata integró el llamado Foco Nativo, dedicado a documentales que abordaban temas referidos a los pueblos originarios. Dirigida a tres manos por Julián Borrell, Franco González y Demian Santander, focaliza su eje temático en el reclamo de los habitantes del Chaco salteño por el reparto igualitario, entre los tres países que comparten su caudal, de las virtudes del Río Pilcomayo.

Producto de la casualidad o la causalidad UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos surgió a partir de un hecho azaroso. Cuando el trío de directores se encontraba haciendo un video institucional en el Chaco salteño se toparon con un corte de ruta que hacían miembros de las comunidades Wichí y Weenhayek en Santa Victoria Este. Dicha protesta era por la falta de peces en el Río Pilcomayo, y no precisamente por un tema ambiental sino sociopolítico. En esa situación vieron la oportunidad para hacer una película.

El terceto realiza en UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos una investigación periodística sobre el reparto de las bondades del río, que atraviesa Argentina, Brasil y Paraguay, descubriendo que estas no son tan equitativas como debieran y que tampoco son los que más necesitan los que se llevan la mayor parte de su riqueza económica. La protesta inicial detona un entramado político, económico y social que la película se encarga de retratar sin ningún tipo de filtro ni condescendencia.

Sin grandes pretensiones desde lo cinematográfico -hay cierta desprolijidad visual producto de la urgencia-, el mayor valor de UAHAT. El Padre Río negado a sus hijos radica en la investigación casual que se realiza sobre un hecho puntual ignorado por los medios masivos de comunicación, y que para lograrlo se decide seguir informalmente a los protestantes durante una lucha que aún no consigue resolverse. ¿Continuará?