Regreso con gloria

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Con la frente en alto

Bryan Cranston compone al perseguido guionista Donald Trumbo en esta biopic sobre listas negras.

El de Donald Trumbo fue un caso emblemático de lo que la censura, las listas negras y el macartismo intentaron hacer en el Hollywood de la Guerra fría. Un escritor, y guionista prolífico, capaz de redactar un libreto en tres días, Trumbo no sólo era talentoso sino que era comunista.

Y eso para la caza de brujas fue como un imán.

Para los jóvenes que no saben quién fue Trumbo, y que sólo escucharon dos palabras sobre el acoso y la censura (listas negras), Regreso con gloria es como un resumen acerca de la paranoia colectiva de fines de los años ‘40 y los ‘50, con los procesos arbitrarios y la caza de brujas que apoyaban, aquí con nombre y apellido, desde John Wayne a Robert Mitchum. El filme incluye escenas documentales en las que aparecen personajes reales, por ejemplo cuando dan su testimonio ante el Comité de Actividades Antiamericanas, y si son interpretados por los actores que los representan, viran del color al blanco y negro.

Trumbo fue uno de Los 10 de Hollywood que fueron acusados de traidores y de ejercer una campaña antiamericana. Fue a prisión por “desacato al Congreso” -por negarse a contestar algunas preguntas ejerciendo su derecho cívico- y se quedó sin trabajo. Mentira: trabajó con seudónimo, ganó dos Oscar…

La película de Jay Roach decide centrarse en la historia personal de Trumbo con el background que lo rodea, para crear como un patchwork, una manta con distintas anécdotas e intrigas. Jay Roach opta por personalizar la historia, pero es tan fuerte el entramado que la rodea que le permite arrojarse sobre las cuestiones políticas y cómo ello repercute en la vida social y de la familia de Trumbo.
En el juicio. Donald Trumbo fue guionista, y ganó dos Oscar.

En el juicio. Donald Trumbo fue guionista, y ganó dos Oscar.

Esta opción no sólo no molesta, sino que refuerza la idea de fijar posición, documentalizar y no ficcionalizar. Son escasísimos los filmes de Hollywood sobre su costado más negro, por eso Regreso con gloria es muy bienvenida.

Extravagante -podía escribir recostado en la bañera con agua- y extrovertido, Trumbo llegó a ser el guionista mejor pago de Hollywood, lo que es decir, del mundo. Con sus ideas libertarias y de igualdad -quería que todos los que trabajaban en un estudio de cine participaran de las ganancias-, es el héroe americano que se enfrenta al sistema, lo sufre, pero lo derrota.

El guión también está en función de los actores, con escenas para que se luzcan. Y siendo Bryan Cranston (Breaking Bad) y Helen Mirren -como la ex actriz y periodista del espectáculo y de chismes Hedda Hopper, terriblemente anticomunista: ¿adivinen quién tiene una estrella en el Paseo de la fama, y quién no?- es un gran, enorme placer extra.