Regreso con gloria

Crítica de Hernán Khatchadourian - Diario Popular

Homenaje necesario

Bryan Cranston da vida a uno de los guionistas más prolíficos y exitosos de Hollywood cuya carrera fue truncada a raíz de la “cacería de brujas” implementada en los EE.UU. durante el macartismo

Durante la Segunda Guerra Mundial, miles de estadounidense aprovecharon la alianza que su país había establecido con la Unión Soviética para hacer pública su simpatía hacia el comunismo. Algunos fueron más allá e incluso se inscribieron en los comités, sin saber que de esa manera, sus nombres estaban entrando en una lista negra de la que les costaría sangre, sudor y lágrimas salir.
Dalton Trumbo, uno de los guionistas más importantes de la industria cinematográfica de ese país, miembro de un selecto grupo denominado "los 10 de Hollywood", fue una de las personas más afectadas por la cacería de brujas iniciada durante el denominado "macartismo", al punto de que fue condenado a un año de prisión por desacato ante el comité de actividades anticomunistas con el que el gobierno cometió atropellos a sus ciudadanos durante años.
Sin embargo, la historia señala que Trumbo no sólo logró escapar a la persecución política sino que fue el único de "los 10" que logró burlar la vigilancia estatal, al tiempo que creaba una "pyme" que se dedicaba a escribir guiones para estudios que producían cine comercial de baja calidad. Así y todo, Trumbo ganó dos premios Oscar desde la clandestinidad.
Lo cierto es que este filme de Jay Roach, director asociado a la comedia gracias a la trilogía de películas de Austin Powers o las dos entregas iniciales de La Familia de Mi Novia con Ben Stiller y Robert De Niro, trata de tomárselo muy en serio y lo logra en parte, sobre todo a raíz del guión de John McNamara (basado a su vez en la biografía escrita por Bruce Cook en 1977).
Si bien, el libreto es fiel a los hechos y realiza un retrato bastante completo de los pormenores que le tocó vivir a Trumbo y su gente, la vertiginosidad de relatar los hechos de tres décadas en tan sólo dos horas de film complica las cosas al extremo.

De todas maneras, el filme se puede ver y recomendar en base a la genial actuación del cada vez más admirable Bryan Cranston que, no contento con haber interpretado a ese monstruo (en todo sentido) de la TV que fue el Walter White de la serie Breaking Bad, ahora emociona con esta efigie de un hombre que no se dejó "domesticar" por la peor faceta del régimen capitalista y que resiste impulsado por la convicción de sus ideales. No por nada, Cranston estuvo nominado en la última entrega de los Oscar por este papel.
Otra de las interpretaciones que se gana aplausos es la de Helen Mirren que aquí interpreta a Hedda Hooper, la odiosa archienemiga de Trumbo que lo persiguió, con la "ayuda" de estrellas como John Wayne, tanto a él como a sus correligionarios durante décadas. La siempre bella Diane Lane interpreta a su vez a Cleo, la fiel esposa de Trumbo que lo bancó en las buenas pero por sobre todo en las malas sin echarle nunca nada en cara y Elle Fanning como Niki, la hija idealista del guionista.
También hay otros maravillosos momentos de la mano de actores como Dean O´Gorman (como el recio Kirk "Espartaco" Douglas) y Cristian Berkel como el simpático director de Éxodo, Otto Preminger.
En definitiva, Trumbo es un filme lleno de energía que busca contar una historia que merece la pena ser escuchada con grandes actores y un mensaje que no debe quedar en la nada.