Trueno y la casa mágica

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Creo que hay un creciente universo de desarrolladores que comienzan a sumarse a la animación que conocemos como "tradicional", en diversas partes del globo. De Sudáfrica a Europa (esta producción de la que hablamos en belga) ya tenemos un puñado de gente que, si bien está lejos de Dreamworks, Pixar y el resto de los grandes estudios que mueven el mercado, intenta hacer algo nuevo. Y a veces, funciona.
Este es el caso de "The house of magic", obra de Ben Stassen y Jérémie Degruson, antes responsables de "Las aventuras de Sammy" que se estrenara hace un año por aquí. Qué figura puede ser más tierna que un gatito chiquito? Creo, que ninguna. No es que los perros y otros animales no puedan cautivar, pero tengo la impresión que los felinos corren con cierta ventaja.
Aquí la historia es la de Trueno, quien escapandose de una cuantiosa tormenta, encuentra cobijo en una casa enorme, propedad de un viejo y talentoso mago llamado Lorenzo.
Esta no es una mansión como todas las que conocés. Hay muchos animales, una atmósfera seductora (hay canto, baile, robots y siguen las firmas) y una vida soñada para Trueno. Sin embargo, lo bueno no siempre dura así es que Jack el conejo y Maggi el ratón se sienten molestos con el nuevo integrante de la casa y traman una intriga para enculparlo y que tenga que dejar el refugio.
Claro, pero para complicar más las cosas, Lawrence terminará accidentalmente en el hospital y su nefasto sobrino intentará engañarlo para hacer dinero con la increíble mansión. Lo que el no sabe es que todo lo que hay en la casa, se organizará para hacer una defensa feroz de la propiedad, buscando impedir esa operación. Trueno jugará entonces un papel central en la defensa del terruño y conviene no anticipar cual será su estrategia.
La animación es correcta, hay una iluminación destacada, buena dirección de arte y un ritmo acorde a los cánones del producto. Sí creo que el guión no desarrolla mucho a los personajes (aunque sea una peli infantil eso importa) ni tampoco posee la cuota de humor para el adulto a la que en otras propuestas estamos acostumbrados. Eso no desmerece que se trate de una película honesta, directa y sólida.
Quizás no sea novedosa ni genere grandes pasiones, pero se deja ver y la familia sale satisfecha de la sala. El camino hacia la expansión del género se hace con este tipo de intentos, así que apoyarlos en el presente harán un futuro más rico para la animación.