Tron: El legado

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Luego de 28 años ha llegado la segunda parte de la primer Tron que fue estrenada originalmente en 1982 con muy poca repercusión. Para esta segunda parte Disney apostó por una fuerte promoción y repitió la fórmula del pasado, con la esperanza que el resultado no sea el mismo.

La historia de Tron el Legado nos trae a Sam Flynn, un muchacho que fue abandonado en circunstancias poco claras por su padre, el magnate de los videojuegos Kevin Flynn. Sam es educado varios años por sus abuelos, hasta que la muerte de ambos lo deja completamente solo, algo que no le impidió seguir adelante con su vida, aunque lo hizo con ciertos problemas con la ley y conductas poco maduras para un joven que se acerca a los 30 años.

A pesar de ser el mayor accionista de Encom, Sam aún no se ha decidido por tomar las riendas de la empresa que gobernó su padre por tantos años debido a que no se considera capaz de poder hacerlo con buenos resultados.

Luego de salir de prisión una vez más, es visitado por el fiel amigo de su padre, Alan Bradley, quien le aconseja ir a visitar la mítica central de videojuegos que poseía su padre y allí tratar de encontrar algún rastro de su desaparición. Es justamente en ese lugar que consigue acceder a un oscuro sótano donde navegando en la vieja y polvorienta estación de trabajo de su papá es transportado por un rayo láser a un mundo digital.

Eso marca un antes y después para Sam, porque es en ese nuevo mundo donde se encontrará con alguien que dice ser su padre, pero que en realidad no lo es, para luchar contra aquellos que han mantenido encerrado a su verdadero padre y juntos volver al mundo real.

Los que pudieron ver la anterior entrega, podrán ver que las propuestas son bastante similares, aunque hay que destacar que el film estrenado a comienzos de los 80, poseía dos argumentos muy sólidos que merecen ser destacados. En primer lugar y más importante está bueno mencionar que Tron fue una película pionera en la utilización de la animación computada y en segundo lugar hay que destacar que la historia que estaba presente en esa versión era una visión del mundo digital muy adelantada para esa época.

Con respecto a Tron el Legado podemos decir que es una película que tiene buenos momentos de humor, unas cuantas secuencias de acción espectaculares, varias escenas de lucha cuerpo a cuerpo y unos efectos especiales potenciados por el gran aprovechamiento del 3D.

Lamentablemente, como en casi todas las propuestas donde el foco se pone en los elementos que mencioné más arriba, el guión construido hace agua en algunos momentos, especialmente al momento de tratar de abordar la composición de la relación entre padre e hijo. Incluso hay detalles de la historia que podrían haber sido llevados de otra manera debido a que no aportan nada a la película, como la traición de Zuse ocurrida en el bar futurista.

Por otra parte encontramos a un trío protagonista que sale bien parado, donde el pilar fundamental lo pone el gran Jeff Bridges. Este bonachón entrado en los 60 años nuevamente nos regala otra excelente actuación en los momentos en que la cinta lo necesita, poniéndole una garra bárbara a su personaje. Por otra parte encontraremos a la bellísima Olivia Wilde que tiene algunas secuencias donde se ve claramente favorecida por un luminoso rostro. Por último tenemos a Garrett Hedlund, que si bien en algunas escenas no transmite mucha soltura en su cara y especialmente en su mandíbula, lleva adelante una labor que cumple con las moderadas exigencias del film.

Mención aparte merece la espectacular banda de sonido compuesta especialmente por Daft Punk para este film.

Tron el Legado es una recomendable propuesta pochoclera en esta época de vacas flacas en nuestras carteleras.