Tres

Crítica de Paula Caffaro - CineramaPlus+

Tres partes de un amor, tres problemas, una única solución.

Hace un tiempo en el Mundo se viven aires renovadores de cambio, la homosexualidad y las relaciones libres se están desempolvando para dejar atrás aquellos viejos tabúes arcaicos que lo único que logran es inventar absurdas diferencias entre los seres humanos. Tres es un film alemán en donde esta metamorfosis se ve claramente definida.

Iniciando con una minimalista escena de baile (premonición del grand finale), tres bailarines homenajean a la talentosa coreógrafa Pina Baush, entrelazando sus cuerpos de forma casi automática. No será esta la única cita que se halle en el film, hay lugar para Milagro en Milan y hasta Vittorio de Sica.

Hanna y Simon son una pareja cuarentona quienes comienzan a sufrir el peso del tiempo y la rutina en sus vidas. Ambos, insertos en el mercado laboral y gozosos de un buen pasar económico sólo les queda seguir adelante y hacer algún que otro balance. De estos pensamientos es que surgen raras acciones que los llevaran a experimentar un apasionado e intenso romance. Pero no entre ambos sino con un tercero.

Adam se convertirá así en la punta de un peligroso triangulo. De personalidad fuerte y andar misterioso, este personaje no hará otra cosa más que satisfacer los deseos ocultos de Hanna y Simon quienes sin saberlo comparten a su amante. Este triangulo es la máxima expresión de lo que podríamos definir como una infidelidad, lo excéntrico de este caso es que ambos lo hacen con la misma persona. Adam es el pivote de un enroque que jamás se imaginaron vivir.

La simpleza del título hace referencia no sólo a la temática de Tres sino también a una especie de gusto numerológico. En una veloz escena se explica cómo este número vino a marcar la vida de Simon que luego al unirse con Hanna la ha tocado a ella también. Tres partes de un amor, tres problemas, una única solución. Y como si esto fuera poco, la cuenta ascenderá a cinco cuando Hanna descubra accidentalmente que está embarazada de dos niños.

Los bebes (dicen) vienen con un pan bajo el brazo, en este caso no se sabe con certeza si así será, pero lo que si podemos asegurar es que traerá felicidad y actualidad a la vida de tres personajes que de ahora en más andarán unidos para siempre.