Tres tipos duros

Crítica de Luis María Fittipaldi - RosarioCine

La Mafia nunca se jubila

Reunir a tres actores como Al Pacino (72), Christopher Walken (69) y Alan Arkin (78), es juntar a tres glorias del cine que han dado excelentes y meritorias perfomances actorales en la mayoría de los casos. Hoy veteranos de oficio encabezan esta propuesta acerca de unos jovatos gángsters que curiosamente han sobrevivido y se hallan más cercanos a las medicinas y achaques de la edad que a los platos fuertes de la acción por la cual alguna vez pasaron.
Pacino sale de la cárcel después de 28 años, lo recibe su amigo Walken, y más tarde se reunirán con Arkin que se halla al cuidado en un geriátrico, en pocas horas de convivencia se robarán un súper auto, ayudarán a un chica a vengarse de unos malandras que la atacaron, comerán, alguno de ellos tendrá su frustado encuentro amoroso y recurrirá al viagra -desconociendo que no se puede abusar de este-, apalearán a otros malvivientes, y demases.

Quienes crean que se hallarán frente a una comedia reidera, o a un filme de acciones diversas y letales -como otros casos tipo "Los Indestructibles", o "Red"- se equivocan, aquí el director/actor Fisher Stevens ha dotado a la propuesta de cierto dejo melancólico, crepuscular, que instala lo meritorio del filme -ejemplo: el caso de la nieta del personaje de Walken-, y lo que tambíen realza es ver a estos actores que hoy por hoy no tienen protagonismo absoluto en cualquier peli "Made-in-Hollywood", pero sin serlos hoy es notable la actuación secundaria de Arkin en "Argo" de Ben Affleck, Walken en "7 Psicópatas" y no en cambio la de Pacino en el reciente bodrio medular "Jack y Jill", es decir aún con intervenciones medianas en gran caso, dan calificada presencia actoral al producto.
Unirlos ha sido bueno, en parte recuerda y mucho a aquella "Dos tipos duros" (Tough guys, 1986, Jeff Kanew) donde salian de la cárcel: los viejos Kirk Douglas y Burt Lancaster para darse cuenta que ya nada sería igual.