Tres deseos para Cenicienta

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

En esta película noruega, en co-producción con Lituania, dirigida por Cecilie Mosli, la heroína encarnada por una cantante famosa Astrid S (Astrid Smeplass) el cuento clásico de la Cenicienta tiene sus simplificaciones y actualizaciones. Básicamente la historia es la misma ya vista tanta veces. La pobre chica que a la muerte de su padre y en su propia casa, es reducida a la servidumbre por maldad de su madrastra, que favorece a su única hija, una chica a la que maltrata de otra manera. La heroína es bellísima, y el cuento en ese paisaaje nevado adquiere un marco especial. Pero la cenicienta en cuestión ama a los animales, y conoce al atolondrado príncipe impidiéndole cazar por deporte. Hay un deslumbramiento, pero ella cuando las cosas se encaminan no está apurada por casarse, pero si por conocerse mejor. Tampoco hay hadas madrinas sino unas avellanas mágicas, que le dan el vestido y los famosos zapatitos,. Pero pueden fallar y la futura princesa toma el destino con sus propias manos para que las cosas salgan como tiene ganas. Pequeños cambios que actualizan el cuento sin sacarle encanto familiar ni despliegue lujoso.