Transfomers: El último caballero

Crítica de Mauro Jacobo - Cinélico

Siguen arruinando un ícono de la niñez

Qué difíciles de mirar son estas bazofias del director Michael Bay. Realmente parece una tomada de pelo a propósito a los fans de la serie animada.
Para comenzar, voy a hablar de la literalidad en la concepción de Bay acerca de los Transformers. La serie animada, de los 80s sobre todo, era reveladora para la época y super aventurera, pero también era bastante cursi, con discursos morales acerca de la justicia y la nobleza. Lo mismo sucedía con He-Man, Los Halcones Galácticos, Thundercats, etc. Este director toma lo más flojo de esa serie que era la cursilería y la imprime en todas sus entregas. Señor Bay, estamos en el año 2017. Lo menos que esperamos es que tome lo interesante de la antigua serie y que le de un tono adaptado a los tiempos que vivimos.
A las entrega basura que está haciendo sólo le falta que cierre Óptimus Prime con el consejo de vida semanal. Un horror. A esto se le suma la escandalosa propaganda militar de los Estados Unidos, con escenas sin sentido que no tienen otro fin que realzar los procesos y tecnología militar del país del norte. ¿El combo final? Una película insoportable de dos horas y media donde se ven robots tratando de salvar el mundo con frases grasientas y mucha artillería de guerra. Por favor, nadie espera que la adaptación de la serie use el mismo vocabulario de hace 30 años.
Por otro lado, hablemos del aparatoso guión y los personajes irrelevantes de esta nueva entrega. El guión... ¿qué decir? Los 5 primeros minutos son un buen ejemplo de la inteligencia de escritura. Arturo y sus caballeros de la mesa redonda ganan una batalla épica con la ayuda de un dragón transformer convocado por un mago Merlín que no era más que un borracho que se encuentra con magia extraterrestre. ¿Hace falta más explicación? Del linaje de Merlín descienden los Witwicos, una orden de protectores de la especie transformer... Witwicos... Sam Witwicky (Shia La Beouf)... No, no es joda. A ese punto llegó la historia de esta saga sin sentido.
En cuanto a los personajes, vuelve en el rol protagonista Mark Wahlberg, un witwico tapado que no sabe que tiene el destino de los transformers en sus manos. Se suman Laura Haddock en el rol de la minita que parte la tierra pero no aporta demasiado, Anthony Hopkins como un conde witwico ridículo que está puesto para "subirle el nivel" a la película, un robot mayordomo medio loco que es una clara copia de C3PO de "Star Wars" e Isabela Moner, una niña mexicana que parece puesta sólo para hacer más plural el cast, porque tampoco tiene mucha incidencia en la historia. Ah, y no nos olvidemos de John Turturro ayudando de Cuba y a Stanley Tucci como el infame Merlín. Un desastre.
Este Bay es tan despiadado que hasta hace quedar mal a un actor groso como Anthony Hopkins haciéndolo decir estupideces como "dude".
¿Los efectos especiales son buenos? Sí, son tremendos. Es lo único bueno.
A los que no les gustaron las entregas anteriores, odiaran esta. A los que sí les gustaron, probablemente comiencen a darse cuenta de que esto es cine malo.