Toy Story 3

Crítica de Dialoguista Cinéfila - Diálogos Cinéfilos

Soy fanática de Toy Story, hasta le perdono la (por momentos) falta de verosimilitud que tienen cada una de las partes de la trilogía. Y ya sé que van a salir a defender que en un peli de chicos lo inverosímil no existe, pero es por eso que primero empiezo con el post de verosimilitud. jajaja Que encontrarán antes de este post.
Sin ahondar mucho en el tema quería contarles porqué a Toy Story se lo perdono y a Up por ejemplo, no. Y porque verdaderamente me puse analizar por qué me pasa esto con alguna peli y no con otras. Lo que pienso es que la diferencia quizá radique en que el inverosímil en Toy esta justamente en un momento de la cinta que ya estás tan embarcado (el clímax propiamente dicho), que no importa si un caballo de plástico corre más rápido que un avión en pleno despegue. En la primer parte, bueno, Buzz termina volando realmente y hasta calculando al camión de mudanza, pero ¿a alguien le importa eso justo en ese momento de la peli? El clímax esta tan bien creado, la emoción es tanta, que un pequeño desfasaje de la verosimilitud, no molesta, casi ni se nota. Y solo decís "bue, ya fue, que quiero seguir mirando". jajaja. Eso lo pueden lograr grandes películas. Pensadas al detalle. Y Toy Story, las tres, están pensadas al detalle. En esta tercera, tenemos para el inverosímil a un grupito de extraterrestres que chiflan manejando una GARRA, jajaja, ¿y a quien le importa? si estamos todos como locos queriendo que Woody y sus amigos no terminen quemados en ese basural. La Garra es bienvenidísima!!! Además siempre lo aderezan con algún truquito: en el vuelo de Buzz, se hace mención justamente a su otro “vuelo azaroso por el cuarto”, en la carrera de Tiro al blanco se hace alusión a la serie televisiva y en la 3 (como hablábamos con Candy, “hablar" es una manera de decir, nos la pasamos discutiendo jijiji) no es cualquiera manejando cualquier cosa, son los marcianitos manejando justamente una garra. ¿ustedes que piensan?
Después de esta reflexión, (sabrán entender mis desvaríos, ténganme paciencia, al final, para esto empecé el blog, para dialogar sobre pelis ;-S) vayamos a la reseña de Toy Story 3.
Vamos a la parte de los juguetes, y de la psicología en general, porque los juguetes transmiten también nuestras emociones. Una cosa que quiero destacar es que a lo largo de la peli, nos muestran que para la psicología un malentendido pesa tanto como si fuera real mientras no se descubre que no lo es. Eso le pasó al bebote, influenciado por el Oso rosita con olorcito rico, eso le pasó al mismísimo Oso. Y le pasó a todos los juguetes de Andy que se creyeron tirados a la basura y no era así. Lo mismo viene pasando de alguna manera en las anteriores. Y es que cuando uno está acongojado, confundido, triste, o estresado, hay muchas más posibilidades de tomar las cosas de una manera que no es real. Son nuestras emociones las que a veces nos juegan una mala pasada y no el entorno como a veces creemos. Y esos malentendidos y sus consecuencias están presentes en las tres partes de Toy Story.
Sigamos con los personajes ¿Están todos los juguetes de Andy? NOOO, Claro que nooo. Inteligentemente han dejado a los más conocidos, pero además estos son los más conocidos a propósito!!! Tenemos a Bo Peep que ya no está entre los juguetes y sin embargo era conocida, ERA LA NOVIA DE WOODY!!! Pero Andy es un niño que creció y esa muñeca siempre desentonó entre los juguetes de un varón, algo que estaba ahí descolgado, algún regalo de esos que recibimos y no entendemos porque, jajaja (como la lonchera ;-D). Además, no era tanto un juguete, era más bien un adorno, poquitísima movilidad, no me la imagino agarrando algo metálico para que el imán la elevara, ni estirando la mano para aferrarse a sus amigos. Parecerán datos superfluos, pero no lo son. El diseño de los personajes no es algo azaroso. El gran armazón plástico de Buzz y todos sus botones y lucecitas, maravillan más a un niño, pero para llevarte a la facu de recuerdo, queda más lindo un muñeco cowboy de trapo. También se habla aquí del ir y venir, de todo en general. Lo pasado de moda puede cobrar importancia ;-D Y acá enlazamos con la segunda parte de la trilogía, y los juguetes en exhibición, ¿cuánta importancia tiene para un juguete, permanecer encerrado en la maleta o en un estante como adorno? ¿Cuánto le sirve eso al mismo Andy? A ambos les cuesta este proceso, claro está.
Y volvemos al grupito protagonista: El dinosaurio freudiano!!! Creo que es uno de los juguetes que más cuidarían los varones. Y ¿quién no adora a ese dinosaurio? Tenemos también al chancho, que como chancho mucho no llama la atención, pero es el que hace de malvado y además aunque como juguete no tenga mucho encanto ni movilidad, es un objeto funcional, una alcancía. Las alcancías permanecen en las casas!!!. Además es uno de los más desconfiados jijiji Y así conformamos un grupito de los más queridos personajes de Toy Story que se embarcan a la aventura de esta tercera parte. Quizá desentonan más el señor y la señora cara de papa, pero es que son “tan adorables”.
Como hablábamos con Pabela, aparenta ser la última parte, todos los miedos que nuestros protagonistas tuvieron durante las dos anteriores, ahora están aquí presentes, reales. Y es por eso, que esta parte tiene tanta acción, y matices, porque si no, la peli terminaba siendo un lagrimón y los chicos escapando de la sala como si se tratara de una de terror. El condimento que le pusieron es genial, nos hace olvidar por momentos, que nos vamos a emocionar como locos, que este idilio con Andy se termina. Pero antes de que se termine, bien valen las recapitulaciones, las reflexiones, los "que hubiera pasado si", los "me llevo estos recuerdos", y para eso, tenemos al personaje malvado de la peli, que nos muestra una opción que no se había explotado en el gran mundo de la amistad que tenemos de niños con los muñecos, y sus vicisitudes. Una opción que se bosquejó, muy fugazmente pero terroríficamente, en toy story 1, cuando Woody dice desesperado "SOY UN JUGUETE PERDIDOOO" como sabiendo que eso es un horror. Entre el juguete perdido y el juguete OLVIDADO SIN QUERER, no hay mucha distancia. Y en esta parte analizamos que pasa con este tema también importante. El remplazo, por alguien igualito pero no el mismo. Y la mente de los padres que aparece como en todas las anteriores, con sus inquietudes y enseñanzas. “Los juguetes no son para siempre” decía la mamá de Andy, cuando Andy era grande. Pero la niña de los juguetes perdidos es aún muy pequeña, ¿le habrá dicho la madre que el oso se perdió? ¿o simplemente le compró otro y le ahorró la preocupación?. Ambas cosas caben.
Ya hablamos de los personajes (cabe agregar que toda la gama de nuevos personajes es extraordinaria), de los temas que trata la peli, la sinopsis es más que conocida por todos lados. La animación nadie duda que es excelente. ¿Que más se puede decir de esta peli? MIRALA!!! Podemos escribir veinte reseñas, pero ninguna nos va a transmitir lo que la peli transmite. Esta peli está pensada al detalle y sentida hasta los huesos!!!
El cine es el arte de decir mucho con poco. Una imagen vale más que mil palabras dicen. Y es verdad. En un plano hay tanta información condensada, en una acción hay tanto que se dice. Y en eso estas tres películas, pero sobre todo la tercera, es un arte en sí misma.
Cómo en una mirada y sonrisa de Woody en manos de la niña, se transmite el placer de sentir que otra vez está jugando, y todo lo que ello significa y todo lo que lo lleva a pensar.
Cómo una escena final, la mejor de las mejores, puede con un simple juego hablar de TANTAS COSAS!!!
Cómo se nos puede plantear toda una vida de recuerdos, mediante videos y fotos, justificados en la narración de la manera perfecta.
Toy Story es un obra mágica sobre lo más mágico y lindo que existe, la vida.