Tóxico

Crítica de Maximiliano Curcio - Revista Cultural Siete Artes

En medio de una pandemia de insomnio, que cobra lentamente dimensiones catastróficas, Laura (Jazmín Stuart) y Augusto (Agustín Rittano) huyen de la ciudad en su motorhome para alejarse del caos. A medida que avanzan por la ruta, el mundo se vuelve un lugar cada vez más extraño y peligroso. A medida que se alejan, el camino se va despoblando, el silencio crece, cada vez resulta más difícil diferenciar la realidad del ensueño. Un escenario caótico puebla las calles de gente usando máscaras y barbijos. La realidad, una vez más, supera a esta ficción inspirada en el brote de gripe A de 2008.
Profético, su visionado puede resultar una bienvenida catarsis y toma de conciencia para el público, también una notable dosis de impacto al contemplar una película que transcurre en una situación similar a la que nos encontramos actualmente. Extrañezas del desitno que prefiguran este abordaje del cine argentino al género de ciencia ficción, vertiente que resulta poco habitual. Podemos mencionar reciente exponentes como "La parte Ausente" (con Alberto Ajaka y Celeste Cid) y “Fase 7” (también protagonizada por Stuart junto a Daniel Hendle). "Tóxico", de Ariel Martínez Herrera, se anticipó a los tiempos de pandemia que hoy tristemente atravesamos.
Este relato fantástico en clave de road movie nos transmite la atmósfera asfixiante dentro del motorhome -filmado con la técnica backproyecting, todo lo que se proyecta fuera da sensación de movimiento-, explorando los vínculos de pareja igualmente contaminados. Los protagonistas atraviesan un proceso interior que narrativamente se resuelve de forma interesante: espejado en el exterior que parece desmoronarse, un progresivo resquebrajamiento se torna en un simbolismo más que adecuado. Un mal contagioso aqueja a la humanidad, distópica ecuación que excede los límites de nuestra pantalla.