Tóxico

Crítica de Bruno Calabrese - Cine Argentino Hoy

“Tóxico” de Ariel Martínez Herrera. Crítica.
Vamos al campo a descansar.

La película argentina que se adelantó a la realidad, se estrena el día jueves 23 de abril a las 22 en CineAR TV y estará disponible de manera gratuita en la plataforma streaming Cine.Ar. Play. Por Bruno Calabrese.

En medio del aislamiento social y preventivo que se cumple en Argentina, como si fuese hecho adrede, aparece “Tóxico”, la ópera prima de Ariel Martínez Herrera. Increíblemente, la película fue rodada durante 2017, como un presagio de la actualidad. Ambientado en medio de una pandemia de insomnio que cobra lentamente dimensiones catastróficas, Augusto (Agustín Rittano) y Laura (Jazmín Stuart) deciden huir en su motorhome para alejarse del caos. Atrás dejan su departamento, una ciudad donde los insumos escasean, llena de violencia y suicidios masivos, en busca de la paz del campo. Luego de un saqueo a su farmacia , ambos deciden darse a la fuga de la ciudad. En un principio, ella duda pero igual se une a él.

Augusto consume ansiolíticos que solo le sirven para calmarse pero no lo relajan totalmente, el mundo se está volviendo cada vez más peligroso y su paranoia aumenta al punto de no llegar a tocar a su mujer. Los diálogos entre ambos resultan de una notable espontaneidad y actualidad; charlas sobre el uso de barbijos, como tratan la enfermedad en otros países y muchos reclamos sobre como manejarse en medio de la catástrofe. Pero entre tantas discusiones aparece lo natural para relajar, en este caso la marihuana, como vía de escape a tanta paranoia.

Un encuentro en medio de la ruta con dos policías y un médico que intenta sobrepasarse de ella, le dan a la película el momento más tenso del film, pero a la vez el más divertido. Charlas banales le dan el marco justo a una escena manejada con absoluta inteligencia donde lo humorístico se mezcla con el miedo.

Desperfectos mecánicos obligan a tener que hacer una parada en una estación de servicio, donde conocerán a un playero. Un solitario personaje, acompañado de su tortuga Bobby, productor de medicinas naturales, una especie de chaman fumón quien se comporta de manera solidaria con ellos. Alguien que parece tener la cura para la paranoia de Augusto, la cual día a día va creciendo y no lo deja dormir. En paralelo, a modo de transición vemos a un personaje que camina con su almohada en medio de una violenta represión, casi sin inmutarse de lo que sucede alrededor, buscando la paz necesaria para descansar.

La química entre la pareja protagonista es fundamental para que la película nos mantenga conectado de manera permanente. La naturalidad de sus charlas, junto con las diferentes posturas que ambos tienen hacen que cada diálogo no pierda interés. Jazmín Stuart se vuelve a mostrar sólida y espontánea en su papel, al igual que Agustín Rittiano en su creciente paranoia. Otro punto alto del film son los planos y la fotografía (el plano de ellos en la silla reposera con el atardecer de fondo es bellísimo). En sintonia con la música de ópera y reforzado con la aparición de particulares personajes afectados por el clima apocalíptico que se vive dentro del film.

Teorías sobre el origen del virus y el temor al contacto humano, así como la pérdida de pequeños y simples momentos que están al alcance de las manos, simbolizado en ese medio alfajor que ella vuelve a consumir, hacen de “Tóxico” una sorpresiva ópera prima en formato “road movie” que calza justo con el contexto actual. Pero principalmente es una reflexión sobre las pandemias urbanas: el insomnio, el consumo de drogas sintéticas contra las naturales y la constante necesidad del ser humano de fugarse de la toxicidad humana.

Puntaje: 80/100.