Tóxico

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Antes de analizar esta película habría que hacerse una pregunta_ ¿Los guionistas son futurólogos o visionarios? Porque fue escrita y filmada mucho tiempo antes que los sucesos actuales y son idénticos. Ficción y realidad se dan la mano, es lo mismo, no se pueden distinguir las diferencias entre una y otra. El director Ariel Martínez Herrera narra una historia que parece ser extraída de algunos de los tantos noticieros o programas especiales dedicados al tema más candente del momento: una epidemia azota al país, no se la conoce y no hay cura.

Los muertos pululan por las calles, los medicamentos escasean. al igual que los alimentos, no funcionan los servicios de comunicaciones, todos le temen al contagio y el alcohol en gel junto a los barbijos son las estrellas codiciadas por todos. Dentro de esa realidad caótica, descontrolada, paranoica, desolada y llena de dudas y miedo, hay una pareja de treintañeros que pretenden huir de la gran ciudad hacia una casita ubicada en un campo, en el medio de la nada, rodeada por pasto, yuyos y unos pocos árboles. Escapar es la única solución posible,

Laura (Jazmín Stuart) y Augusto (Agustín Rittano) protagonizan una road movie, cuyo medio de transporte es un motorhome, que les permite parar donde quieran, comer y descansar un poco. En el trayecto, como corresponde a este tipo de relato, encontrarán inconvenientes y deberán resolverlos para llegar a destino.

El film se centra en ellos dos y en cómo hacen para sobrevivir, la producción es modesta y se nota al encarar una historia de estas características, donde está sostenida principalmente por las actuaciones y una adecuada melodía incidental.

El problema principal que tiene la película, y por el cual no termina de convencer, es el tono que adoptó el director para contar el cuento porque es un híbrido, no se definió hacia qué lado acentuar la trama, el ritmo es lento y carente de tensión y es por ese motivo que no es un drama, una comedia o un thriller, a lo quje hay que sumarle el hecho de que no fue filmada dentro del vehículo, sino que crearon un decorado tratando de imitar lo que es un motorhome de verdad, pero está mucho más cerca de ser un monoambiente que una vivienda móvil, pues el verosímil no fue logrado. Seguramente el encierro y la proximidad de cada mueble o artefacto que tienen en la realidad estos vehículos hubieran enriquecido la narración provocado una atmósfera de agobio y desesperación que la situación ameritaba y no fue aprovechada. Pese a las buenas intenciones y el esfuerzo de todos, queda como resultado una sensación de agónica intrascendencia.