Tournée

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Burlesque y que viva para siempre

Presentada en la semana del cine francés y también en el Bafici llega Tournée, film crepuscular, nostálgico y fascinante a la vez que marca la tercera incursión del actor francés del momento Mathieu Amalric, detrás de las cámaras además de delante de ellas.

Tournée (que puede traducirse como El tour) sigue el derrotero de un grupo de mujeres, ya entradas en años que hacen presentaciones de burlesque –mejor dicho algo que se llama newburlesque- y entablan una gira junto a su representante (el mismo Amalric) quien debe lidiar con los divismos y egos de sus representadas durante un largo itinerario que pasa por bares, teatros, pueblos, hoteles, siempre atento a la intimidad del grupo; a sus conflictos internos y sus emociones a flor de piel.

La película se adueña de inmediato de esa intimidad donde aparecen los rasgos característicos de cada personaje de forma natural y espontánea como aquellas criaturas de documentales que se descubren en medio de un rodaje y cambian completamente los planes del tono de la película. Eso pareciera producirse en varias ocasiones cuando una escena pide llanto y surge la risa rebelde, que rompe el molde y el clima con una fascinante anarquía.

Como director, el actor francés encuentra la distancia justa para ubicarse con una cámara atenta pero no intrusiva que no le teme a los tiempos muertos ni a los silencios incómodos porque confía plenamente en esa verdad captada en el momento de decir acción.

Mathieu Amalric con este tercer opus como director homenajea de manera inteligente y sin lugares comunes a los artistas y su desenfado bajo un tono que, despojado de toda solemnidad, se permite algunas buenas dosis de humor, sarcasmo, pero siempre desde un lugar de admiración y respeto por aquellos que rompen códigos y no se contentan con la mediocridad.