Tournée

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

Con los inarmónicos aúllos de “Have love will travel”, en una versión de “The Sonics”, el actor, aquí también director y guionista, Mathieu Amalric nos introduce en “Tournèe”.

Una película en primera instancia rara, trabajada desde lo estético y lo estructural como un falso documental.

La intención es mostrar al gran público los olimpos, extraviados para algunos y desconocidos para otros, de la contracultura, constituida aquí por una caterva de avejentadas, nutridas y voluptuosas bailarinas de New Burlesque.

El protagonista es el representante de este grupo de mujeres, un antiguo productor televisivo que, años después de dejarlo todo para buscar fortuna en los Estados Unidos de América, regresa a Francia acompañado por estas reinas sin trono del cabaret, a las que se suma una pobre joven, más apta para un show de circo que para alegrar la noche a algún voyeurista.

El problema es que tarda en arrancar, en mostrar los conflictos, tanto del personaje principal como de los cruzamientos de la troupe, en cuanto a los intereses, no sólo económicos sino también afectivos.

Por lo tanto lo que al principio aparece como de muy bajo interés, ya que parece ser apenas el reflejo o la radiografía de esta jauría humana, termina por ser un film doloroso y apasionado, sostenido sobre encuadres trabajados nerviosamente y sin un plan maestro, sin que se percibiera alguna estrategia directora de la idea, y eso finalmente termina por ser un plus a favor del filme.

Tal la vida de los personajes, Amalric intenta reflejarla, y que por momentos lo logra, constituyendo con la historia y su tratamiento un alegato a la libertad y la integridad artísticas. Toda una migración al alma, al núcleo de la fragilidad humana.