Tortugas ninja

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

Una historia que une a generaciones

Nuevo capítulo de Las Tortugas Ninjas en el cine, recibe el aval de quienes disfrutan de su acción y buen humor.

April O'Neil (Megan Fox), una periodista de Canal 6 de prensa en Nueva York, observa cómo una misteriosa organización llamada el Clan del Pie aterroriza a Nueva York.

Testigo de un intento de robo en un depósito de químicos en el puerto, es también la única que llega a ver la figura del enigmático héroe que lo frustra.

Aunque intenta convencer a su superior de que existe un vigilante que cuida a la ciudad de las acciones de los malvados y esto es noticia, nadie le cree.

Pero ella va detrás de la noticia y no cede hasta que se ve de frente con la verdad: Leonardo, Michelángelo, Donatello y Raphael, cuatro tortugas que ella misma bautizó y fueron parte de un experimento genético realizado en el pasado por su padre y el empresario Eric Sachs, mutaron, crecieron en las cloacas de Nueva York y se convirtieron en guerreras ninjas al cobijo del maestro Splinter, una rata de laboratorio que evolucionó con mayor rapidez y las tuteló.

Ahora, todos irán detrás de los villanos y darán algunas vueltas a cuestiones que los involucran.

Para disgusto de los fundamentalistas, ésta es una adaptación de la segunda parte de la serie televisiva, propuesta por Nickelodeon desde 2009, con proyecto de película incluido.

Producida por Michael Bay --un experto en acción, que no obstante viene de fallar con ganas con Transformers 4-- Tortugas... tiene tanto movimiento como para no aburrir, un muy buen tratamiento del 3D y un guión de historia endeble pero humor fiel al estilo de la franquicia, que lo salva y le da buenos momentos al espectador.

Y aunque las críticas no han sido unánimes ni benévolas respecto de la cinta, las expresiones de grandes y chicos en la sala de proyección demuestran que se trata de un entretenimiento, pochoclero, claro está, pero que une a generaciones frente a la misma historia.