Tortugas ninja

Crítica de Lilian Lapelle - Cine & Medios

Otra basada en dibujitos

Las tortugas ninja, aquellos cuatro adolescentes verdes con nombres de pintores del renacimiento, que comían pizza y revoleaban patadas allá por los noventas, tienen ahora una nueva adaptación cinematográfica.
La película los presenta como unos anónimos justicieros que enfrentan al malvado Shredder y su aliado el Foot Clan, y defienden a la ciudad de Nueva York ayudados por April (Megan Fox), una curiosa y tenaz reportera que no descansa hasta descubrir la identidad de los extraños vigilantes; y que por esas vueltas del guión también ha tenido algo que ver con la creación de los astutos reptiles.
Esa vuelta atrás en el tiempo para mostrar el extraño experimento de laboratorio de donde salieron las cuatro tortugas mutantes, junto con Splinter -la rata que luego se convertirá en su padre y mentor-, es probablemente lo más interesante de la historia, ya que todo lo que viene después es bastante predecible.
Con un guión muy simple, la película no ahorra en efectos especiales, chistes, música y demás chirimbolos, para crear casi dos horas de entretenimiento en 3D, con una historia muy común y esperable pero donde se nota la mano de Michael Bay en la producción, que compensa con impacto visual lo que le falta en originalidad.
Las tortugas son ahora bastante más musculosas que en su versión original, y su textura verdosa probablemente no sea del agrado de todos, pero seguramente muchos que han sido fanáticos en su infancia irán a ver de que se trata esta nueva adaptación, aunque es de esperar que salgan decepcionados.