Tortugas ninja

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Quinta incursión en la pantalla grande de estos cuatro personajes creados en el comic por Peter Laird y Kevin Eastman y que hicieron furor con la serie animada a principio de los ’90. Mezcla de aventuras, acción, comedia y cultura pop fueron siempre el emblema (por lo menos desde la serie hasta ahora) de la franquicia; y si hablamos de acción y referencias pop la alarma Bay se enciende.
Esta vez ubicado en la producción, las Tortugas Ninja son un proyecto que el director de La Roca hace rato tenía en mente, escribió un guión (rechazado), y estuvo a punto de dirigirla de no ser por sus compromisos con su otra franquicia pop, Transformers.
Así, la dirección recayó en manos de Jonathan Liebesman (Masacre de Texas: El Inicio, Batalla: Los Angeles, Furia de Titanes 2), un claro director por encargo que no supo/pudo poner su “firma” en este proyecto, Tortugas Ninja es un Bay puro.
Con una secuencia de títulos prometedora a modo de viñetas y contando algo de los orígenes, de inmediato nos introduce en una historia que mezcla varios exponentes anteriores. Podríamos hablar de Spiderman (más del nuevo que el de Raimi), cualquiera de Marvel de la rama Avengers, y por supuesto, Transformers.
Abril O’Neil (Megan Fox en plan damita en peligro) es una reportera que trabaja para el Canal 6 de Nueva York y busca La noticia que la saque las simples notas de color. El Clan del Pie maneja el crimen en la ciudad y cada vez se suceden fechorías más grandes.
Pero O’Neil, siguiéndole las pistas (y con una ayuda de la casualidad impresionante) cae en medio de un ataque que es impedido por un justiciero misterioso. Por supuesto, ese justiciero en verdad no será uno, sino cuatro, las tortugas del título. A Abril nadie le va a creer, sólo la sigue su camarógrafo Vernon (Will Arnett) y por el sólo hecho de interés amoroso.
La chica seguirá investigando, cayendo en el momento justo a la hora adecuada y finalmente descubrirá la verdad y se unirá al combate. Leonardo, Rafael, Donatello y Michelangelo son cuatro tortugas de dos metros de alto, ninjas dirigidas por la rata humanoide Splinter, que combaten el crimen de Nueva York, especialmente al Clan del Pie presidido por el Samurai Destructor.
Lo que sigue será obvio pero no lo adelantaremos por acá. Tortugas Ninja se presenta como una pseudo comedia de aventuras y acción, el asunto es cómo funcionan estos dos frentes. A razón de dos gags cada cinco minutos, no sólo las cuatro tortugas tienen un perfil gracioso basado en que son cancheros adolescentes, sino que sumaron un comic relief en manos de Will Arnett. Con todo esto, es sorprendente la poca cantidad de chistes que realmente surgen efecto.
Mucho de su humor es base a referencia de cultura moderna (series, películas, música, productos, etc.) pero ahí en donde otras películas logran una complicidad con el espectador, acá luce forzado y fuera de lugar, hasta se permite burlarse de sí misma con un gag interno sobre el guión fallido de Michael Bay.
Sumado a chistes sexistas que atrasan y rozan el mal gusto, y otros de aire escatológico; por este costado, el film pareciese subestimar a su público que entiende “film de público infantil” por argumento de recursos poco elaborados.
En cuanto a la acción, Bay infla su pecho, y nuevamente tenemos ruido a metal y a aparatos electrónicos, que en esta ocasión suenan mucho más descolocados ya que no hay robots de por medio. La pirotecnia visual si bien no es tan confusa como en Transformers, sí abruma, y tiende a que en determinado momento comencemos a pensar en otra cosa.
Personajes humanos unilaterales y anacrónicos a los que hay que sumar un William Firchner desaprovechado y una Whoopy Goldberg que apena. Aun con todo, las Tortugas, que siempre se destacaron por su carisma, aquí quedan relagadas a un segundo plano y a una actitud algo irritante.
Un guión con todo tipo de baches argumentales, con diálogos que no avanzan (la cantidad de veces que les hacen decir “son tortugas-son ninjas-son adolescentes-son mutantes” es incontable) y la imperiosa necesidad de querer tapar todo con un golpe de CGI.
Estas Tortugas Ninja no hacen recordar a las queribles tres primeras películas, al interesante film animado (que parece más serio que este), y mucho menos al punch que tuvieron con la seriue animada. ;Michael Bay lo hizo de nuevo, entrega un film para el puro disfrute de quienes lo siguen no importa cómo lo haga, y sí que tiene su público, ya está anunciada la secuela.