Torrente 5: Operación Eurovegas

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Por un puñado de pesetas

Torrente sale de la cárcel en 2018 y encuentra una realidad transformada. Como parodia de la actual situación económica, todo empeoró. Apenas pone un pie fuera de la penitenciaría, hay decenas de “parados” que quieren entrar a cambio de comida; España fue expulsada de la Comunidad Europea, el euro cayó y se ha vuelto a la peseta, mientras Cataluña aprovechó la debacle y es un Estado independiente. Esta última es una de las mejores ocurrencias de la película: Torrente habrá de formar una banda para robar el casino Eurovegas y el día D debe coincidir con el de la próxima final del mundo. ¿Quiénes juegan? Argentina y Cataluña. Con la inclusión (en teoría, forzada, pero bizarramente efectiva) de Alec Baldwin como cerebro de la banda, Misión Eurovegas, quinta secuela de la saga, tiene un sinfín de gags hilarantes, pero se quiebra tras el robo y huida del casino, una exagerada broma a films de acción como Rápido y furioso. Pese a eso, un genio con síndrome de Asperger, la aparición de un travesti que seduce al dueño del casino, la reaparición de Amparito y un par de orgasmos por estrangulamiento son diversión garantizada para los fans del antihéroe español.