Torrente 4

Crítica de Héctor Hochman - El rincón del cinéfilo

¿Hacia falta? Esa es la pregunta. Una más de este personaje siniestro creado por la sagaz mente de su director, también intérprete: Santiago Segura.

El problema mayor es que el personaje esta claramente agotado, por eso sólo hay un par de gags que mueven a risa, un par de guiños que no molestan, pero visiblemente son más de lo mismo que había otorgado en la primera entrega y repetido en las dos siguientes, lo diferencia sólo el hecho de estar notoriamente más apoyadas en cuestiones temporales, más actuales que oportunas, desde el guión.

Como ejemplo sólo diré que aparecen el “Kun” Agüero y el “Pipita” Higuaín, como sendos jugadores de fútbol, lo interesante podría instalarse en que no es Messi el elegido, lo que podría ser tildado de lo que realmente es, una inclusión oportunista, y en estas elecciones, entonces, habría que darle la diestra al director.

Si bien desde su debut en la pantalla, Torrente, esta en deuda con sus seguidores, ya que todavía no queda claro si es un ex policía devenido en detective, o es un detective que se anuncia como ex policía. Se trata de un personaje misógino, homofóbico, burdo, reaccionario, xenófobo, sucio, todo un monumento de lo inmoral.

Si bien allá por el año 1998, cuando hace su irrupción la primera de la saga, podría haber sido vista como transgresora, ahora debe recurrir al 3D, pero los resultados dan cuenta que la utilización de este adelanto tecnológico no esta en relación a nada más que subir la apuesta de lo escatológico, lo impresentable, y a poder hacer algún número más importante en las boleterías, sobre todo en razón de que la segunda recaudo muy poco en la relación costo / beneficio, y más específicamente a la tercera parte, que nunca se estreno en cines, fue presentada directamente en edición DVD.

La historia es mínima. José Luís Torrente es empleado bajo contrato fortunarío para asesinar a un capo mafia devenido en figura de la alta sociedad española. La palabra escrúpulos no figura en su diccionario, aceptar era la consecuencia lógica, pero otra de sus características más sobresalientes es, por si fuera poco, un gran cobarde, razón por lo cual contratará a otros tantos lumpen del barrio para que realicen el trabajo Nunca se imagina que le están tendiendo una trampa para culparlo del crimen que nunca llegará a cometer.

En definitiva, Torrente va a la cárcel por un delito que no cometió, (debería ir por muchos otros, pero no fue descubierto). Allí pergeña una fuga, para ello insta al jefe del presidio a un partido de fútbol de presos contra carceleros. (¿Le resulta conocido?)

Mujeres desnudas, chistes de ducha en la cárcel, con un negro bien dotado incluido, y otra tanta catarata de clisés y obviedades, pero esta vez en un 3D muy discutible. Sólo para fanáticos, muy fanáticos de este tipo de pavadas. Se lo merecen.