Tom y Jerry

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

La anti teoría del caos

Nostalgia aparte, podría decirse que en la nueva incursión del gato Tom y el ratón Jerry a la pantalla grande ocurre algo parecido a ese dilema que atormentaba a Tom cuando se le presentaba en la conciencia el ángel y el diablo a la vez en un cruce de decisiones que por lo general no terminaba del lado del bien.

En este caso, el Bien y el Mal -o su aggiornamiento entre lo correcto y lo transgresor- terminan inclinando la balanza hacia lo obvio y así la película pierde esa frescura de caos y anarquía; pierde, en definitiva, el peso del descontrol que en algunas escenas surge de manera sutil.

Mezcla de dibujo y acción real, el ensamble resulta conciso a la vista y la interacción entre las dos estrellas animadas con el elenco encabezado por Chloë Grace Moretz, en el rol de la joven desocupada que busca introducirse en el hotel de lujo haciéndose pasar por otra, y su antagonista, Michael Peña, encargado en dicho hotel pero que ve en peligro su puesto con la llegada de la intrusa, cumple con los objetivos de la acción en el espacio cuando el movimiento de los objetos empieza a marcar el ritmo de los gags físicos.

Sin embargo, y fieles a la oposición entre gato y ratón, ambos personajes deben adaptarse a las reglas de los humanos y empezar a convivir para así lograr el beneficio de esa libertad negada a sus congéneres callejeros.

Sin adelantar demasiado de la trama, el núcleo de la película gira en torno a los preparativos de una súper boda bajo los exóticos caprichos de un novio multimillonario y una novia que pretende otra cosa antes que ese evento desmesurado, el cual por supuesto será el caldo de cultivo para que la dupla se acuerde de sus orígenes y hagan gala al famoso juego del gato y el ratón.