Todo un parto

Crítica de Rodolfo Weisskirch - A Sala Llena

Viaje Repetido

Hace bastante tiempo, cuando era adolescente tardío, vi una película en la línea American Pie, que siendo muy tonta, me divirtió bastante. Se llamaba Viaje Censurado. Una road movie acerca de cuatro amigos que realizan un viaje para visitar a la novia de uno de ellos una universidad a otra. Drogas, sexo y Rock and Roll. Según pude leer por entonces el director, Todd Phillips, nunca vio El Ciudadano o alguna película de Bergman mientras estudiaba cine.

A Phillips no le fue nada mal en sus comienzos. Viaje… fue un relativo éxito. Al que le siguió, una aún mejor, Aquellos Buenos Tiempos (Old School) con Will Ferrell. Después esta vinieron la versión cinematográfica de Starsky y Hutch con Stiller y Wilson que no cumplió las expectativas y la aún peor Escuela para Tontos con la dupla Thorton / Heder. Parecía que esta promesa de director de comedias “zafadas” se había agotado hasta que salió, ¿Qué Pasó Ayer? el año pasado, que se convirtió en la sorpresa de la taquilla de la temporada estadounidense.

Si bien me pareció divertida, ¿Qué Pasó Ayer? no me parecía una gran película. Buenas actuaciones, alguna que otra situación inesperada y paro de contar. Lo original era la premisa. Tres amigos que debían reconstruir lo que hicieron la noche anterior y encontrar al cuarto amigo antes de que se case.

Una de las claves del éxito fue el elenco prácticamente desconocido, especialmente el gran Galifianakis. Extraña mezcla entre John Goodman, John Belushi y Jack Black, este actor gordito y barbudo sorprendió a todo el mundo con su personaje estrafalario, y de repente apareció también en Amor sin Escalas, y la comedie “Indie” inédita It’s a Kind of a Funny Story con la sobrina de Julia Roberts y la remake estadounidense de La Cena de los Tontos. Pero todos esperaban Todo un Parto.

Nuevamente, Phillips toma el volante de la película, y en el viaje los acompaña Robert Downey Jr, uno de los actores del momento: desde Una Guerra de Película, pasando por Iron Man 1 y 2, y Sherlock Holmes, el intérprete que debutó en las comedias de John Hughes, pero ganó fama y respeto gracias a la magnífica interpretación de Charles Chaplin, en la biografía dirigida por Richard Attemborough, la viene pegando, y generalmente lo que levanta la película, es su presencia.

Todo un Parto no es la excepción, solo que esta vez Galifianakis da una gran mano.

Peter es un arquitecto “exitoso”, un empresario serio que está en Atlanta por viaje de negocios, pero debe volver a su casa a Los Angeles para el nacimiento de su primer hijo. Allá lo espera Sarah (Monahan que trabajó con Downey en Entre Besos y Tiros). Ni bien llega al aeropuerto empiezan los problemas con Ethan, un supuesto actor que viaja a Hollywood para buscar trabajo junto con su pequeño perro.

Al igual que en Mejor Solo que Mal Acompañado de John Hughes, Peter y Ethan serán la típica “pareja despareja”. La pulcritud y seriedad de Peter contrasta con la locura y estrafalaria personalidad de Ethan, con quien finalmente tendrá que cruzar los Estados Unidos en auto para llegar bien al parto de Sarah.

En el medio sucede lo de siempre: drogas (Peter nunca consumió, chiste extra cinematográfico sobre el pasado de Downey), golpes, persecuciones policiales, etc. No vale la pena develar mucho. Nuevamente Phillips hace una comedia road movie con personajes estereotipados de convencionales. Es más, son pocas las diferencias que hay entre el Alan de Galifianakis en ¿Qué Paso Ayer? y Ethan. El grave problema es que esta vez, Phillips ha madurado. Sus personajes no son siquiera adolescentes en traje de adulto. Son adultos y el tema de la película es paternidad. Ethan acaba de perder al padre, Peter va a ser padre. Y surgen las dudas, las dudas llevan a momentos sentimentales previsibles, que si Phillips sería una gran director de comedias habría evitado.

El guión es bastante simplón y superficial. Muchos chistes son obvios, otros sorprenden y son efectivos, pero siempre termina dando la sensación que el gag se podría explotar mejor, que falta el remate final.

Aún sin el “ingenio” de ¿Qué Pasó Ayer? y los chistes más morbosos de sus anteriores comedias, Todo un Parto es una comedia “liviana” de Phillips, pasatista, de transición hasta que se estrene la segunda parte de ¿Qué Pasó Ayer? con los mismos actores. Y si esta crítica no lleva un puntaje bajo es porque la fórmula, si bien no es extraordinaria, funciona gracias al humor y la espontaneidad de la pareja interpretativa que cumple con los roles correspondientes de forma previsible. Aportan el perro (sin dudas el tercer personaje relevante) y la apariciones de Lewis (trabajó con Downey en Asesinos por Naturaleza), Danny McBride (actuó en Una Guerra de Película con Downey y Amor sin Escalas con Galifiniakis), Jamie Foxx (trabajó con Downey en El Solista) y el propio Phillips con mayor tiempo frente a cámara que en otras películas.

Se me ocurre al voleo, que en vez de hacer un guión “original” que deja un gusto a deja vú impresionante, con un fin tan banal, Phillips con ambos actores y fanático de las road buddy comedy movies podría haber hecho directamente y sin vueltas la remake perfecta de Los Hermanos Caradura. Por supuesto, la influencia está y la fórmula Aykroyd/Belushi/Landis es irremplazable, pero prefiero la remake honesta, antes que un híbrido de muchas cosas vistas, que terminan siendo prácticamente… nada.

Pero bueno, para distraerse de los paros, cortes, caos diario, divertirse un rato y entretenerse sirve. No creo que haya otra pretensión más que esa.

Un viaje muy efímero de ida y vuelta, que se olvida a los 5 minutos de terminarse.