Todo el año es navidad

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

“Todo el año es Navidad” es una película en blanco y negro de 1960, dirigida por Román Viñoly Barreto, inspirada en un programa televisivo de la época. Frenkel tomó como disparador las imágenes de ese filme, con un Papá Noel caracterizado por Raúl Rossi junto al recordado Miguel Ligero, para contrastarlo con el Papá Noel de esta época, el que sale a laburar, el buscavidas que piensa en llevar un mango a casa, pero también el que dice “me siento querido”. En todo ese arco incluye al místico, al inocente que busca la felicidad de los niños, al que especula con una carrera internacional y hasta el que raya con la locura. El realizador hizo un casting de 30 personas que trabajan con el uniforme rojo cuidando la barba blanca y seleccionó a 11 que aparecen en el filme. Hay imágenes de ese diálogo con el director y también otras con la intimidad de los personajes, donde se los ve vulnerables. Y que pueden trabajar tanto de Papá Noel como de luchador grecorromano o de estatua viviente con el disfraz de Don Quijote de la Mancha. El director también atraviesa el gen argentino, la trasculturalidad y el negocio del comerciante de turno. Y acierta al no juzgar. Sólo muestra la otra cara de la Navidad.