Todavía

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

El tiempo pasa

“Todavía” (2018) es una comedia dramática argentina dirigida y escrita por Tomás Sánchez, siendo ésta su segunda película luego de “Otro Corazón” (2012). Filmada en Purmamarca y Mar del Plata, el reparto incluye a Betiana Blum, Martín Slipak, Romina Gaetani, Pablo Rago, Hugo Arana, Víctor Laplace, Beatriz Spelzini, Paula Reca, Silvana Bosco, entre otros. Está inspirada en hechos reales.

Gracias a un transplante de corazón, Aralia (Betiana Blum) puede seguir con su vida descansando y cuidándose más. Sin embargo, la mujer no quiere quedarse sin hacer nada: su deseo es organizar una ceremonia de cenizas con música para darle el último adiós a su marido Rafael (Víctor Laplace) en el Cerro de los Siete Colores. El problema consiste en que sus tres hijos no tienen una buena relación. Cada vez que Diego (Pablo Rago) ve a Lucho (Martín Slipak) es para reclamarle que no hizo las cosas como se debe con su madre, aparte de que Emi (Romina Gaetani) se alejó hace años de la familia y consiguió triunfar sola en España. Reunidos en Jujuy, con la mujer con la que estuvo Rafael cuando se separó por un tiempo de Aralia, con Sol (Paula Reca), la actual novia de Lucho, y demás personas relacionadas, la conmemoración servirá para unir y reforzar estos vínculos que estaban a la deriva.

Yendo a lo que verdaderamente importa, “Todavía” es de esas cintas que están diseñadas para ser transmitidas un domingo a la tarde en la televisión, donde no hay nada mejor que hacer. Con una melodía que se repite durante casi todo el metraje (inclusive en el comienzo y los créditos), la trama pretende dar lecciones sobre las segundas oportunidades, el amor y los buenos tratos entre integrantes de la misma familia, sin embargo en ningún momento consigue emocionar por tener personajes estereotipados y casi sin desarrollo.

El contenido resulta muy pobre para ser convertido en una película, por lo que veremos algún que otro cliché y chistes que no terminan de provocar la risa deseada. Con la subtrama de Lucho y su chica (un amor a primera vista sumamente inverosímil), el film despierta un poco el interés ya que la joven no solo tiene un malestar estomacal sino que está embarazada de otro hombre. Aunque los paisajes de Jujuy son imponentes y lindos de ver, así como el vasto mar de Mar del Plata, el guión no está bien estructurado, en especial por la molesta voz en off de la protagonista y el sinfín de momentos que no aportan nada relevante a la historia.

Puede que este tipo de película ultra sencilla hubiese funcionado unos cuantos años atrás, pero ahora ya no basta con que el conflicto central sea mentirle a una mujer mayor sobre las cenizas de su difunto esposo, que accidentalmente cayeron en una pileta y fueron reemplazadas por carbón. El marido, interpretado por Víctor Laplace, solo es visto por Aralia en un traje blanco, mientras los demás ven a la señora bailar, hablar o caminar sola. Aunque el film tiene este toque fantástico y su previsibilidad es suprema, puede llegar a ser ameno para los que se dirijan a verlo sin ningún tipo de objeción.