Titanes del Pacífico

Crítica de Chandler - Cines Argentinos

Cuando terminé de ver Titanes del Pacífico, recordé cuando era chico, quizás entre 9 y 12 años y tenía mis primeras salidas con compañeros del colegio donde nos dejaban "solos" en una sala de cine y veníamos una tipo Los Goonies.
Recordé la emoción que me daba ver una película de aventuras asombrosa, para la edad que tenía.
Eso sentí. Volví atrás en el tiempo en la sensación de disfrutar mucho una gran aventura.
Si Del Toro dejó a El Hobbit para hacer una película así, lo aplaudo. Indudablemente disfrutó mucho hacerla, contar una película así, crear un mundo fantástico y robotizado, pero también dejando en claro que no tiene nada que ver con los Tranformers y otras películas con mucha pirotecnia.
Técnicamente es impecable, en fotografía, sonido y efectos especiales. Merece todas las nominaciones.
La fotografía es impecable y se manda unos cuadros soberbios. Me quedó en mi cabeza grabado cuando baja el helicoptero en la lluvia y la científica japonesa espera con un paraguas. ARTE, ARTE!!! Del Toro hizo muchos cuadros. Compuso grandes imágenes en muchas oportunidades, no habituales a estas producciones, pero que se pueden encontrar en los buenos comics.
Además la película es oscura, por el ámbito donde se desarrolla, pero las peleas tienen el brillo sobre los sujetos para que todo quede "claro" y no confuso como lo que mete Michael Bay, para hacer la comparación directa.
El sonido es muy claro y la banda sonora tiene una melodía recurrente perfecta para una película de aventuras como esta.
Y los efectos especiales son geniales, porque parece todo real.
La historia es simple y muy entretenida. Tiene cosas de Godzilla, de Mazinger, Cloverfield y hasta de Top Gun!
Pero lo que asegura es entretenimiento para quienes quieran sentarse y disfrutar una buena película de ciencia ficción.
Si le querés buscar el pelo al huevo, algunos actores son flojos... pero no es el objetivo de la película eso.
Confieso que el trailer no me atraía para nada, pero la película fue otra cosa.
Viví dos horas al palo, donde seguramente el Imax haya ayudado, pero fue una grata sorpresa.