Tierra sublevada - Parte 2: Oro negro

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

Una realidad que aún estremece

Balzac se propuso una vez realizar un fresco de la sociedad francesa y escribió más de noventa obras con ese propósito.

Pino Solanas toma a la sociedad argentina como cuerpo de análisis y de una manera militante, organiza su fresco cinematográfico, desde la mítica "La hora de los hornos" (1968), donde muchos de los problemas denunciados permanecen actualmente sin solución, con su carga de desigualdad e injusticia social, hasta continuar con "Memoria del saqueo", "La dignidad de los nadies", "Argentina latente", "La próxima estación", "Tierra Sublevada (Primera Parte)" y esta "...Oro Negro", recientemente estrenada.

EL SAQUEO

Nuevamente el tema del saqueo, tocado en la mayoría de sus obras, se reactualiza con la lamentable privatización de YPF y Gas del Estado, durante el bien llamado por David Viñas, "período del menemato". Solanas marca los logros de figuras providenciales como el ingeniero Mosconi, nombrado director de YPF por Alvear, haciendo hincapié en su política nacional que revalorizó los recursos naturales como servicios de la Nación y logró el autoabastecimiento petrolero de la Argentina.

Subraya la actitud de gente de pueblo que superan su circunstancia alcanzando connotaciones de liderazgo como el salteño Pepino Fernández, que despedido de YPF, protesta sistemáticamente por las privatizaciones petroleras, generadoras de polución ambiental y desocupación endémica.

El realizador no olvida, también, la actitud de Mari Acosta en la devastada General Mosconi (Salta), al frente del microproyectos maderero de la UTD (Union de Trabajadores Desocupados), relacionado con la madera, que establece límites al avance sojero y la destrucción de bosques.

MISERIA O EXILIO

Solanas elabora su cuadro de situación con datos, imágenes de archivo, testimonios de profesionales, gente de pueblo, representantes de pueblos originarios, agobiantes visitas a parques nacionales que conviven con el petróleo, ciudades devastadas, luego de las privatizaciones, que dormitan desocupación, miseria o exilio interno, ante la total indiferencia del gobierno que en 1992 decidió la privatización, sin solidificar medidas que previeran lo que vendría, más allá de irrisorias indemnizaciones que el desconocimiento de los receptores evaporaría en poco tiempo (leyes utópicas que economistas crearon sin considerar que los resultados siempre estarían destinadas a los hombres que las sufrirían).

"...Oro Negro" es una suerte de Via Crucis de lo que quedó. De la poca atención a los desechos que envenenan la tierra, de la inconsciencia ante el agotamiento del petróleo y del agua a nivel mundial, de la desprotección de zonas habitadas por los pueblos originarios y el privilegio de la rentabilidad sobre la seguridad el hombre. Filme que estremece y hace pensar.