Tiempo de caza

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Temporada de patos.

Robert De Niro es Benjamin Ford, un militar retirado que estuvo en distintas guerras del mundo al servicio de los Estados Unidos. John Travolta es Emil Kovac, un soldado serbio que fue capturado por el comando de Ford en la intervención de la OTAN a la guerra entre Serbia y Bosnia y sobrevivió al intento de su ejecución. Casi 20 años después, Kovac sale en búsqueda del ex soldado para cobrar venganza.

Tiempo_de_Caza_EntradaMark Steven Johnson es el realizador de Tiempo de Caza (Killing Season), y sus antecedentes inmediatos como Ghost Rider, Daredevil y la comedia When in Rome, hacían temer lo peor para este film. Luego de ver el mismo esos miedos se convierten en una realidad dando cuenta que Tiempo de Caza es una muy mala película. Hay películas malas que son simpáticas y terminan siendo queribles (Battleship es un buen ejemplo), pero el quinto opus de Johnson es un desastre que lamentablemente no llega ni a ese premio consuelo.

En primer lugar lo que falla enormemente en Tiempo de Caza es el desarrollo narrativo a cargo de Johnson. A lo largo de su progreso veremos cómo los roles de “gato” y “ratón” se ven intercambiados de manera totalmente inverosímil y ridícula por sus principales protagonistas. Primero De Niro es el cazado y torturado, pasando por medio de un golpe con un palo a ser el cazador, luego Travolta logra desatarse de una mesa y pasa a ser el gato nuevamente y así por los siglos de los siglos terminando su lucha en una iglesia que sirve para cerrar definitivamente y de manera demasiado obvia y solemne las “sutiles” (se enciende la alarma del útil medidor de sarcasmo de Los Simpsons) referencias religiosas. La aparición de las escenas de tortura es tan forzada que terminan siendo meros golpes de efecto invocados exclusivamente para generar “escenas impresionables” que nada suman al relato.

Sigamos por la labor de Travolta. John: yo te banco en todas, pero ponerte en la piel de un vengativo soldado serbio y hablar por 90 minutos con ese acento forzado y ridículo es como demasiado. Es que uno ve a Travolta y es imposible disociarlo del Vincent Vega, Castor Troy o de Edna Turnblad de Hairspray (?), entonces se hace realmente harto complicado creer que pueda ser alguien que viene de los quilombos de la ex Yugoslavia y más dentro del marco de seriedad y solemnidad que propone la cinta.

Como contraparte en este juego de gato y ratón tenemos a De Niro que sigue en franco descenso en su irregular carrera cinematográfica. El Francotirador, Buenos Muchachos, El Padrino II o Cabo de Miedo quedaron demasiado atrás en la historia. Solo el bálsamo de su excelente labor en El Lado Luminoso de la Vida (Silver Linings Playbook) de este año sirve a modo de esperanza para presagiar que en el futuro podrá haber alguna actuación que se acerque a los mejores años de Bobby.

Tiempo de Caza demuestra que a veces las fórmulas en el cine tienen su lógica. Un mal director, sumado a dos actores en franco descenso artístico da como resultado un film carente de algún vestigio positivo. Si quieren disfrutar con temporadas de caza vean a Bugs Bunny y el Pato Lucas en los Looney Tunes cuando discutían sobre la época de cacería que le correspondía a cada uno y no este bodrio cargado de solemnidad y mística religiosa.