Thor: Ragnarok

Crítica de Martín Pérez - DiarioShow

Un cómico dios del trueno

“Thor: Ragnarok” , la nueva película de Marvel, encontró su punto justo en la diversión. El delirio acompaña a una historia simple y la aparición de personajes muy bien delineados hacen que esta película sea amena de principio a fin.

A pesar de ser la última parte de una trilogía, “ Thor: Ragnarok” es un hallazgo en el universo de Marvel, porque encontró su punto justo en la diversión. En las anteriores versiones, quizá por su naturaleza épica, mitológica, todo era más sobrio y contemplativo, a diferencia de esta última parte en la que se burla de toda esa solemnidad.

La historia, a cargo del cineasta Taika Waititi, comienza con Thor (Chris Hemsworth) enfrentándose a un demonio, y al volver a su hogar para entregar los cuernos que le otorgaban el poder a su contrincante, se encuentra con una situación extraña. Allí reaparece su ¿revivido? hermano Loki (Tom Hiddleston), y cuando van a buscar a su padre Odín (Anthony Hopkins), tienen un sorpresivo reencuentro con su hermana, de la que no conocían su existencia.

Hela (Cate Blanchett), diosa de la muerte, quiere conquistar todo y para ello primero se deshace de Thor y Loki. Los hermanos van a parar a Sakaar, un planeta perdido en el que el dios del trueno será obligado a competir como un esclavo más, como gladiador.

Thor buscará salir del lugar, acompañado por algunos amigos (Hulk, Mark Ruffalo) y algunos compatriotas perdidos (Valquiria, Tessa Thompson) para evitar que Hela consiga acabar con su mundo tal como lo conoce. “ Thor: Ragnarok” encontró finalmente el punto desde el que puede avanzar.

El delirio que acompaña una historia medianamente simple a pesar de los viajes por el universo, y la aparición de personajes muy bien delineados que alternan entre la épica típica de héroe/villano, y características cómicas que hacen el metraje ameno de principio a fin. Otro gran acierto fue sacar la narrativa del planeta Tierra, para llevarlo a escenarios muy diferentes.

Ese radical cambio, que se padecía hasta el hartazgo en la primera y la segunda parte de esta trilogía, al desaparecer casi por completo a los humanos, aligera la trama. Entre esos aciertos, vale resaltar las escenas con el Dr. Strange, quien fortuitamente ayuda a Thor para que se encuentre con su padre.También vale resaltar las referencias a “Los Vengadores”, y la dialéctica entre Thor y Hulk o Thor y Loki, para lo que es necesario ser conocedor del mundo fílmico de Marvel, aunque no es imperativo para disfrutar de esta película.