Thor: Ragnarok

Crítica de Marcelo Artal - La letra indómita

Thor, el payaso…

Thor Ragnarok es algo así como un auto-boicot; un intento inexplicable de Marvel por satirizar su propio universo cinematográfico. Apelando al humor desenfrenado, la película tergiversa el pasado ficcional de la saga y, en trámite de transformar la franquicia en comedia, se burla de sus personajes y también de su audiencia incondicional. Convertir a Thor y Hulk en una dupla humorística es tan anticlimático y desatinado como poner de protagonista de Terminator a Charles Chaplin. Lo peor del nuevo universo de Marvel hasta ahora.

Lo peor: busca desesperadamente ser graciosa con protagonistas que no lo son