Thor 3D

Crítica de Bernabé Quiroga - CiNerd

MITOLOGÍA NÉRDICA

Tal solo un año después de IRON MAN 2 (2010), Marvel Studios continúa el ambicioso y hasta ahora infalible plan de presentar en pantalla grande a cuatro de sus personajes más icónicos, para luego reunirlos en un solo film. Dicho plan concluirá con el estreno del exponente más importante y esperado del cine de superhéroes de los últimos años: LOS VENGADORES (THE AVENGERS, 2012). Pero con varios meses de tortuosa espera por delante, no podemos hacer más que sentarnos en la butaca a disfrutar de las dos adaptaciones comiqueras restantes. Uno de ellas es CAPITAN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR, el origen del Súper Soldado (Chris Evans) que llegará a las salas argentinas el 28 de julio. La otra es THOR (2011), una magnifica epopeya del subgénero estrenada en cines hace unas semanas. Con un gran elenco, un inteligente guión y muchísimas jugosas referencias y guiños a los comics (o puros nerdgasmos, se podría decir), el nuevo film de Kenneth Branagh es la mejor clase entretenimiento.

Al no ser el personaje más conocido del Universo Marvel, seguramente muchos no sabrán quién es Thor. En esta película, Thor (interpretado por Chris Hemsworth) es el Dios del Trueno que, por su arrogancia e irresponsabilidad, es desterrado del místico reino de Asgard y enviado a la Tierra por su padre Odín (Anthony Hopkins). Allí, con la ayuda de una científica (Natalie Portman) y sus colaboradores (Kat Dennings y Stellan Skarsgård), tendrá que convertirse en héroe para salvar a la humanidad de los planes de su resentido hermano Loki (Tom Hiddleston), el Dios del Engaño. Con tantos dioses y reinos místicos dando vueltas por ahí, era difícil pensar un modo en que esta historia encajara con la de las dos entregas de IRON MAN y la de HULK: EL HOMBRE INCREIBLE (THE INCREDIBLE HULK, 2008), todas ellas situadas en un mundo de explicaciones científicas y, dentro de todo, lógicas. Pero Marvel Stuidos encontró el modo y, como dice Jane Foster (Portman), “la magia es solo ciencia que aun no entendemos” ¡Bingo! Todo lo que pasa en THOR parecería ser cosa de magia, pero también tiene una explicación científica y, dentro de todo, lógica: Asgard es una dimensión paralela desde la cual llegaron a la Tierra - en la época de los vikingos y por medio de un agujero de gusano (o Bifrost para ellos) - sus poderosos habitantes, y nosotros los tomamos como deidades. Presentadas sin fallas, todas estas explicaciones ayudan a darle a la frescura y originalidad que separan a THOR de las demás películas de superhéroes. Y aunque para algunos la secuencia inicial con la historia de Asgard, Midgard y Jotunheim pueda resultar un poco extensa (después de todo, se podría decir que el principio del film per se es cuando Odín destierra a su hijo), es difícil perder el interés al ver el comic cobrar vida en pantalla.

No hay duda que este era un proyecto arriesgado, pero sus guionistas supieron encontrar la forma de mantenerse fiel al estilo realista propuesto previamente, sin faltarle el respeto a las historietas. Puede que a veces, si nos ponemos a observarlos atentamente, los trajes de Thor y los demás asgardianos resulten poco creíbles - tal vez por esto el Dios del Trueno usa su casco solo una vez en la película -, o que el maquillaje de Gigantes de Hielo los haga parecer más a villanos de “Power Rangers” que de una mega-producción hollywoodense, pero su realizador hizo tan buen trabajo al narrar esta historia que pasamos los 114 minutos de duración sin pensar en otra cosa. El ritmo THOR jamás decae y su tono se complementa perfectamente con el de IRON MAN. Sin embargo, esto no la hace superior y, por más original o entretenida que sea, no logra convertirse en lo mejor que dio Marvel Studios hasta el momento. En parte, creo que se debe a que el protagonista nunca llega a ser tan carismático como el Tony Stark de Robert Downey Jr. La culpa no la tiene Chris Hemsworth, quien sostiene el peso de la película a pesar de ser un ignoto. El problema aquí es que no hay espacio para que el actor se luzca, y las mejores escenas (actoralmente hablando) las entregan Hopkins (¡Un grande como siempre!) y Hiddleston (¡Una sorpresa actoral!). Aun así, Hemsworth es graciosísimo en los momentos de comedia (muchos, para sorpresa de todos), más que bad-ass en las escenas de batalla y un verdadero actor dramático con mucho futuro.

Al igual que IRON MAN 2 (2010), el guión está repleto de personajes y líneas narrativas que condiciona varios factores. Primero, las peleas - Thor, Loky, Volstagg, Sif, Fandral y Hogun Vs. Los Gigantes de Hielo; Thor Vs. S.H.I.E.L.D.; Volstagg, Sif, Fandral, Hogun y Thor Vs. El Destructor; Thor Vs. Loki - son espectaculares, pero también cortas. Segundo, todo pasa muy rápido - La transformación de Loki en el villano; el “amor” entre Thor y Jane; como Thor cambia su personalidad, se convierte en héroe y acepta colaborar con S.H.I.E.L.D en el futuro (!!!) -. Y tercero, se desperdicia a más de un actor - Rene Russo (Frigga) pasa desapercibida, Portman no puede demostrar lo talentosa que es, Dennings está confinada a ser el desahogo humorístico, Skarsgård podría haber tenido más escenas, etc. -. Pero adaptar fielmente un universo tan rico como el de “Thor” exigía ciertos sacrificios, y era de esperarse que algo como esto ocurriera. Al menos todo y todos aportan lo justo y necesario al film, y el delicado equilibrio entre lo que pasa en la Tierra y lo que pasa en Asgard se mantiene. Tambalea un poco en la Tierra, pero se mantiene.

A diferencia de Louis “The Incredible Hulk” Leterrier y Jon “Iron Man 1 y 2” Favreau, Kenneth Branagh no es solo un director que sabe filmar buen cine de entretenimiento, sino buen cine en general. Su paso por films ENRIQUE V (1989), FRANKENSTEIN (1994) o HAMLET (1996) lo dotaron de un estilo elegante que se hace notar en THOR. Y aunque a veces abusa de los planos cenitales, los ángulos aberrantes (cámara chueca, en criollo) y otros, su habilidad como realizador es otro punto a favor para el film y es mejor apreciarlo ahora que lo tenemos, ya que, seguramente, ni Joe “Captain America” Johnston ni Joss “The Avengers” Whedon nos entregarán una dirección tan pulida como esta.

Para ser sincero, no esperaba nada de esta adaptación. Mis fichas estaban puestas en CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR. Pero más de una vez, un crítico se equivoca - ¿Cuántas veces me habré equivocado en estos párrafos? -. THOR es épica, inteligente, divertida y está muy bien pensada. Sus diseños y efectos visuales son asombrosos, su música emocionante e inspiradora, y el elenco que reunió Marvel Studios es, otra vez, el indicado. Y si eso no convence a los fanáticos, no hay duda que quedarán satisfechos con las referencias ultra nerds - Se ve un cartel con la frase “Journey Into Mystery” (Thor hace su primera aparición en el Nº 83 del comic “Journey Into Mystery”); y hay mención a Donald Blake (el alter-ego del Dios del Trueno en las historietas), a Bruce Banner/Hulk (“Conocí a un científico. Un pionero en radiación gamma. Un día apareció S.H.I.E.L.D y… nunca más se supo de él”, dice Selvig) y a Tony Stark/Iron Man (“¿Ese es uno de Stark?”, pregunta uno de los agentes al ver al Destructor) -, los magníficos cameos - el de Stan Lee intentando sacar el Mjölnir con su camioneta, y el de Jeremy Renner como Clint Barton/Hawkeye (¡!) – y las muchas conexiones con LOS VENGADORES (THE AVENGERS, 2012), como la escena después de créditos (SPOILERS) - con Nick Fury (Samuel L. Jackson) mostrándole a Selvig el Cubo Cósmico, y Loki planeando usarlo - (FIN DE SPOILERS) que adelanta más de lo que esperábamos. Con THOR, Marvel Studios demuestra una vez más que sabe lo que hace y lo que nosotros, los fanáticos nerds, queremos. Ahora, a seguir esperando. Y le rogamos al dios Thor que el nivel no decaiga y que CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR y THE AVENGERS sean tan grandes como esperamos que sean. Amén.

P.D: El 3D es una garcha y no se aprovecha de ninguna manera. No gasten plata de mas y vayan a verla 2D.