The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono

Crítica de Alexis Puig - Infobae

Spielberg nunca falla

La nueva cinta del genial director es un thriller político atrapante que homenajea al periodismo de investigación

En 1971, Ben Bradlee (Tom Hanks) y Katharine Graham (Meryl Streep), director y editora de The Washington Post, descubren una filtración con documentos que demostraban que la administración del presidente Lyndon B. Johnson había mentido a los ciudadanos sobre la guerra de Vietnam. Tras la decisión de este periódico de publicar los Papeles del Pentágono, se produce un gran escándalo y una batalla sin precedentes entre periodistas y el gobierno.

Steven Spielberg, versátil, amante del cine clásico de Hollywood, se mete por primera vez en "la cocina" del periodismo para retratar esta historia de coraje, patriotismo y amor por el oficio.

Con un ritmo constante que apela a la tensión y la emoción, el filme avanza guiado por las fantásticas interpretaciones de Hanks y Streep en los mejores papeles que les han tocado en años. La pareja convive y se complementa en sus contradicciones, generando escenas y diálogos memorables. La actriz más nominada al Oscar de la historia, compone una mujer con agallas que actúa entre dudas propias y ajenas, superando prejuicios para poner en vilo al hombre más poderoso de su país (el presidente Nixon, aquí haciendo las veces de villano de turno).

No estamos ante una obra teatral, pese a ser un filme de diálogos, la cámara acompaña el ritmo vertiginoso en una carrera contrarreloj en pos de la verdad. En épocas de agonía de los periódicos tradicionales, y lectores ávidos de textos cortos y efectistas, toparse con un filme como este que ensalza el periodismo tradicional, la épica de las redacciones y las rotativas, no deja de generar cierta nostalgia de un tiempo no muy lejano que ya es historia.

Steven Spielberg hace las veces de heredero del cine de Frank Capra o Alan Pakula (todos los hombres del presidente es una clara referencia) para erigir un filme de los que ya no abundan, historias sin efectos, ni superhéroes, con personas en situaciones extraordinarias, pero reales. Como en La Lista de Schindler o Munich, el "Rey Midas de Hollywood" demuestra por qué ninguna historia le queda chica y por qué es el director más importante de su generación y de la nuestra.