The disaster artist: Obra maestra

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

James Franco: si se hace mal, hay que hacerlo muy mal
Una historia real que recuerda el famoso musical falso “Springtime for Hitler” de Mel Brooks.

James Franco, elogiado como actor, silbado como animador de la ceremonia del Oscar 2011, y varias veces reprobado como autor de películas pretenciosas, encuentra en esta obra el modo de hablar de sí mismo a través de un alter ego que quiso comerse el mundo y terminó haciendo el ridículo. Ese tipo existe, se llama Tommy Wiseau, y es autor pleno de una obra, "The Room", tan mala que en vez de admiración causaba gracia, al punto que unos pícaros la convirtieron en un éxito a pesar suyo, como el musical "Springtime for Hitler" que Gene Wilder y Zero Mostel ponían en escena en la comedia "Con un fracaso, millonarios", de Mel Brooks.

Para completar la mala fama, Greg Sestero, amigo y partenaire de Wiseau, publicó un cariñoso libro de chismes, "The Disaster Artist. My Life Inside The Room, the Greatest Bad Movie Ever Made". James Franco compró el combo, confió el guión al dúo Scott Neustadter y Michael Weber ("500 días con ella") junto a Tom Bissell, y se reservó para sí y para su hermano David los papeles principales. El resultado, esta vez, es bueno. Una comedia entretenida, sustanciosa, levemente triste, sobre la amistad, los sueños y los bochornos, hecha con buen elenco, lindos cameos, sorpresas finales, y olorcito a Oscar.