Tesis sobre un homicidio

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Las caras de la moneda

Varias preguntas se plantean al espectador desde el comienzo. ¿Qué pasó en esa habitación donde un hombre yace evidentemente abatido por el whisky? ¿Quién y por qué provocó semejante desorden en ese lugar?
Roberto Bermúdez (Ricardo Darín) ha sido un notable abogado y hoy, ya retirado, se dedica a dar seminarios de derecho penal en la facultad de derecho. Entre sus alumnos está el incisivo Gonzalo, hijo de unos viejos amigos de Bermúdez. Desde el primer encuentro, Gonzalo se muestra decidido a dejarle bien en claro a su maestro el crítico punto de vista que tiene sobre la ley y la justicia.
Una tarde, la clase se ve alterada por el alboroto provocado por sirenas de patrulleros y ambulancias en el estacionamiento de la facultad. Movido por la curiosidad, Bermúdez baja a ver que sucede. Al llegar al lugar, entre los autos estacionados ve el cuerpo de una mujer sobre el que ya trabajan los peritos forenses. Gracias a que el comisario a cargo es un viejo conocido, el profesor puede acceder a la escena y obtener información vital para iniciar una investigación.
Sí, algo motiva al veterano abogado a meterse en el asunto. Y ese algo tiene que ver con Gonzalo. Un alumno que provoca a su maestro, quien queda obsesionado con una idea que le hace poner el foco justo donde le es conveniente para sostenerla.
Darín vuelve a ponerse en la piel de un abogado, y demuestra una vez más su precisión en el gesto, su economía de recursos aprendida con años de oficio. Arturo Puig tiene una breve pero solvente participación, en tanto Alberto Ammann ofrece eficazmente una ambigüedad enigmática y perversa.
El director pone ante el espectador más de un punto de vista, al punto de perder, por momentos, el verosímil que un relato tan puntilloso requiere. Hay una manera de ver los hechos según Bermúdez, pero también hay otra forma presentada al público. Todo con buen ritmo, y un equilibrio preciso, que hacia el final trastabilla con una resolución algo caprichosa.
Nuestra calificación: esta película justifica el 80 % del valor de una entrada.