Terror en Silent Hill 2: La revelación

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

En 2006 luego de siete años de la aparición del primer "Silent Hill" para la PsOne, se estrenó la primer adaptación a la pantalla grande, titulada acá (extrañamente directo a DVD pese a que fue un éxito de taquilla) "Terror en Silent Hill", despertando opiniones diversas y contrarias. Por un lado, era un aceptable film de terror, con una estética interesante, que se despegaba de los estilos trillados del género; y por otro lado se despegaba de la historia original del juego, le cambiaba ¿innecesariamente? Los nombres a algunos personajes, cambiaba el sexo de la protagonista que pasaba a ser una madre en vez de un padre (aunque este aparecía como esposo), y principalmente, cambiaba el rol de la villana fundamental, que ya no sería la clásica Dhalia Gillespie (que aparecía, pero justificando su actuar), sino un personaje inventado excluvisamente para el film; Christabella.
Tal vez por esa crítica que recibió (aunque con el tiempo adquirió el merecido reconocimiento del público) es que se tardó otros seis años en continuar con una secuela; y si bien, los productores anunciaron que sería convenientemente una suerte de re-nacimiento de la saga, lo cierto es que estamos frente a una continuación directa de aquel primer film, y también en una adaptación (más fiel que la primera pero hasta ahí) del tercer juego de la saga.
Pasaron varios años desde los eventos originales, Harry Da Silva (Sean Bean) cambió su apellido a Manson (primer arreglo para volver al film más fiel) para poder huir de los “fantasmas” que lo acosan junto a su hija Heather (Adelaide Clemens) que acaba de cumplir 18 años. En realidad, Heather es Sharon Da Silva (Cheryl en el juego) la niña que, junto a su madre quedaba encerrada en el limbo de Silent Hill al final de la primer película, pero aquella logró sacarla mediante un medallón y regresársela a su esposo para que la criara. Heather vive con constantes pesadillas, y es poco lo que recuerda de su estadía en el infernal pueblo. Luego de varios sucesos, y pese a la advertencia de su padre, cuando este desaparezca secuestrado, ella regresará a Silent Hill en su rescate, acompañada de un nuevo amigo Vincent.
Contar más del argumento sería un desperdicio para quienes no jugaron al videojuego, ya que como aquel, se va desarrollando por etapas, y hay algunas vueltas de tuerca de mayor o menor importancia. Sólo diré que amalgama muy bien, la diferente historia original con la historia del juego.
Si algo destacaba al primer film (más allá de la estética) era que se trataba de una de las pocas adaptaciones que expresaba muy bien, la “jugabilidad” de su origen; en aquella, Rose, corría y se escuchaban sus pasos y agitaciones, buscaba llaves, resolvía acertijos, miraba y memorizaba mapas, y claro, se enfrentaba a unos cuantos monstruos como postas a superar en cada lugar que visitaba. En esta oportunidad, la sensación es igual, Heather recorre lugares, busca y encuentra, y en cada lugar hay monstruos para eliminar.
La diferencia con aquel es que funcionaba perfectamente como un film aparte del juego. En este caso, es casi obligatorio para “disfrutarlo” completamente, no solamente haber visto la primer entrega, sino tener algún conocimiento de los videojuegos, su argumento y desarrollo como film de terror es bastante más débil que en aquel, al igual que la construcción de climas y escenarios; fácilmente puede convertirse en rutinario e incoherente.
Quienes sí, conozcan el mundo de Silent Hill en profundidad encontrarán guiños a prácticamente las nueve entregas principales.
Técnicamente, "Silent Hill 2: La Revelación" es correcto, aunque se nota un menor presupuesto. El uso del 3D está pensado para apuntar directamente al espectador, y es una lástima que las escenas de niebla (fundamentales en la nieve y en la original) aquí escaseen, es donde mejor se aprovecha esta técnica.
Junto a Clemens y Bean, hay participaciones de Rhada Mitchel y Deborah Karra Unger repitiendo roles, y la incorporación de Carrie Anne Moss (Claudia Wolf), Kit Harrington (Vincent), Malcolm McDowell (Leo Wolf) y Martín Donovan (como Douglas Cartland el cual tiene muchísimas más participación en el juego); pero nadie esperaría en un film así actuaciones memorables.
Silent Hill 2 cumplirá con el público gamer, el amante de la saga joystikera, al resto, al incauto, tal vez lo deje con gusto a más. La pregunta final es si estamos frente a un film independiente, o un deudor de un producto originado en otro formato, cada uno tendrá su respuesta.